Capítulo 5

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- Lamento que perdiera su otro vuelo, espero que la situación no le ocasione muchos inconvenientes -  dijo Billie con simpatía

- Por suerte puse encontrar este, la verdad se me hubiera complicado muchísimo la vida si no llegaba hoy a Londres. Los anfitriones del evento me hubieran crucificado – la rubia la miro de manera inquisitiva y la morena entendió la confusión en su rostro -… Es que soy diseñadora de modas y me han invitado a ser juez en el concurso de niveles de la semana de la moda Londinense  y debo estar en todas las fases del concurso- curvó sus labios en una sonrisa.

- El mercado de la moda en muy interesante, aunque sé muy poco al respecto, pero mi hermana es amante de las modas y de todo lo que se mueve en ese mundo. Se podría decir que es toda una experta en esa materia.- volvió a sonreírle a la joven frente a ella.

-¿No sabe porque no le gusta o porque nunca le ha dado una oportunidad? –

- La verdad es que creo que soy muy nerd para esas cosas desde chica mi pasión fueron los negocios, los números y las finanzas, así que lo más justo es decir que no le he dado la oportunidad- ambas soltaron unas carcajadas al escuchar ese comentario

Continuaron la charla por algún rato más tocando temas triviales y descubriendo que era muy poco lo que tenían en común pero lejos de que eso las alejara parecía unirlas cada vez más. Tal vez era curiosidad o tal vez algo más, lo cierto era que la plática fluía natural entre risas y gestos divertidos como si se conocían de toda la vida.

Después de unas ocho horas de vuelo bastante placenteras por llamarlo de alguna manera, finalmente aterrizaron en el aeropuerto Londinense y Billie le ofreció su ayuda con el equipaje hasta llegar a la entrada donde su hermana y su chófer llegarían a recogerla en cualquier momento.

- Si gusta le puedo pedir a mi chofer que la llevamos a su hotel así no tiene que tomar un taxi ni nada, debe estar muy cansada después de un vuelo tan largo - ofreció la rubia consiente de que era de noche y aunque Londres no era una ciudad peligrosa estaría más tranquila si la dejaba en su destino final.

- No es necesario, pero muchas gracias por su amabilidad- respondió sonriendo al ver su transporte acercarse con un cartel con su nombre – Disculpas otra vez por su camisa no sé que estaba pensando al tropezarle. Ha sido muy buena compañera de viaje, hasta luego…- por algún motivo la pelinegra quería escapar de allí lo más rápido posible, le daban pánico todas las sensaciones que florecían en ella con la cercanía de Billie.

- Hasta luego, que tenga una bonita noche y una feliz estancia en la ciudad…- respondió Billie con una sonrisa mientras sentía una especie de hueco en su corazón al verla marcharse sin siquiera saber cómo contactarla nuevamente, y peor aún, con la incertidumbre de si volvería o no a verla.

Después de despedirse la joven espero por su hermana menor que no tardó mucho en hacer acto de presencia sacándola de sus pensamientos respecto a la belleza de aquella morena de larga cabellera negra que recién desaparecía de su vista y ya parecía extrañar.

- Billie disculpa la tardanza  tuve que ver unos pendientes con Coni en la oficina y me tomo mas tiempo de lo estimado. ¿Cómo estás?¿Qué tal estuvo tu vuelo?- dijo mientras se abrazaban con cariño

- No te preocupes, apenas tengo 15 minutos de estar aquí. Fue un vuelo muy tranquilo, mi compañera de viaje fue muy amable y divertida. También aproveche para leer un poco y escuchar algunas melodías de Yiruma.-

- Evidentemente no descansaste y tampoco tuviste tiempo de cambiar tu ropa ¿Qué te pasó?¿Desde cuándo tomas café?- pregunto extrañada al ver las manchas del líquido marrón en su camisa.

- Fue un accidente, la señorita ___ se tropezó conmigo en el aeropuerto y derramó su café sobre mi sin querer – no pudo evitar el brillo que se apoderó de sus ojos ni la sonrisa que se formó en sus labios al mencionar su nombre. Cosa que no pasó desapercibido por Nathalia.

- ¿Y la señorita ___ es…?

- Es la chica más hermosa que he conocido en mi vida – suspiró – pero no pienso hablar de ella y menos contigo. Vamos a casa porque muero por ver a mamá y comer algo, ya sabes que detesto la comida de los aviones…

… Una vez instalada ___ era incapaz de dejar de pensar en Billie, repasaba una y otra vez el encuentro de ambas y el impacto que habían causado en ella aquellos ojos azules tan profundos y cálidos. Pensaba en cada palabra y en cada gesto de la rubia en las conversaciones que tuvieron lugar durante su vuelo. Le resultaba interesante ese toque intelectual mezclado con rasgos de niña y mujer, su ingenuidad y sinceridad en cierto temas, pero sobre todo en su capacidad de expresarse solo con la mirada y transmitir sensaciones aún no descifradas por ella. ¿Qué eran?¿por qué solo ella las despertaba?

Tú, Yo & Nuestra historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora