Capítulo 6

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Después de una relajante ducha, se encontraba degustando una copa de vino en el escritorio de su espaciosa habitación y sin siquiera planteárselo empezó a plasmar en una hoja en blanco cada detalle de aquel divino rostro que parecía haberse tatuado en su cerebro. Se sorprendió al ver el hermoso resultado de su trabajo que le llevo casi toda la madrugada, pero valió la pena porque al contemplarlo se dio cuenta de que necesitaba volver a ver a esa mujer. No podía solo terminar su estancia en Londres y regresar a casa sin volver a verla, sin descubrir que era toda esa vorágine de sentimientos que en tan pocas horas se habían apoderado de ella.

Billie estuvo gran parte de aquella mañana reunida con cuatro de los ejecutivos de Holding Palmar Business Group con los cuales tenía pendiente la resolución del conflicto relacionado a la venta de acciones y de quién debía asumir el control total del grupo que tenía operaciones en todo el Caribe. Los O’Connell se oponían a la subasta de acciones porque eso implicaría un riesgo para su estrategia de mantener el dominio de las empresas que tenían desde hace más de diez años.

Tras una larga jornada de casi cinco horas no lograron llegar a ningún acuerdo al respecto, por primera vez las tácticas de la empresaria habían fallado y no pudo llevar a sus adversarios al rincón donde los necesitaba para darles la estocada final. Tal vez no se había preparado lo suficiente o tal vez el largo viaje y la falta de sueño de la noche anterior le pasaron factura.

No había podido hilar horas de descanso, después de cenar con su madre y su hermana se retiró a su habitación donde no pudo hacer más que pensar en aquella morena que parecía haberse convertido en una obsesión para ella. Daba vueltas y vueltas en la cama y siempre llegaba a ella la imagen perfecta de su rostro sonriente, recordaba el toque de su manos en aquel apretón y la manera en que sus palabras y carcajadas parecían acariciar sus oídos.

… Billie conversaba en el lobby del hotel con dos de los ejecutivos con los que había estado reunida, les explicaba algunos aspectos que debían tener en consideración para la próxima junto programada para el día siguiente. De repente su mirada captó la presencia de ___ que se encontraba en la recepción conversando con uno de los front desk, dándole algunas instrucciones sobre los horarios de su agenda y programando las llamadas matutinas que necesitaría.

De manera inmediata la joven se disculpó con los caballeros y procedió a acercarse a la morena que se encontraba de espaldas a ella.

- Señorita - susurro Billie cerca del oído de ___ que no pudo evitar sobresaltarse ante la sorpresa de verla allí tan cerca.

-¿Qué hace usted aquí?- preguntó entre nerviosa y emocionada.

- Disculpas si la he asustado, no piense que la persigo ni nada. Solo acabo de terminar una junta de trabajo en el salón de reuniones del hotel… le vi y decidí acercarme a saludar -- respondió con una tierna sonrisa en sus labios.

- Que coincidencia ¿no? justo encontrarnos aquí- parte de la morena no salía de su asombro – aunque por situaciones diferentes, yo me hospedó y usted trabaja- una sonrisa se dibujo en su rostro

- Es una locura si lo piensa porque como grande que es la ciudad encontrarse con alguien conocido es casi un milagro…

-¡Si que lo es! Bueno si me disculpa, debo regresar a mi habitación para terminar de organizar algunas cosas de mi agenda- comentó con cierto nerviosismo.

- ¿Vamos por un café? - pregunto la rubia impidiendo que se retirará - le prometo que no tomara mucho tiempo, ni siquiera tenemos que salir del hotel podemos ir al bistró del segundo piso y degustará la mejor taza de café de su vida - su mirada se llenó de ilusión y su sonrisa encantadora volvía a aparecer en su rostro.

- Ahora no puedo - respondió la morena evitando la mirada de la joven frente a ella. Otra vez era presa del miedo interno que le gritaba que hullera de allí antes de hundirse en aquella ola de sentimientos que crecía y crecía a cada instante.

La sonrisa de Billie desapareció de inmediato al pensarse rechazada, bajó su rostro y precedió a disculparse pensando que de cierta manera la había incomodado.

- Mil disculpas, no fue mi intención incomodarla. No le quitó más tiempo porque seguro tiene muchas cosas por organizar. Fue un placer volver a verla - le regaló una última sonrisa y se retiró hasta llegar al encuentro con los caballeros que había dejado esperando minutos atrás.

___ se reprochó a sí misma haberla dejado ir de esa manera, todo lo que deseaba era volver a verla para charlar con ella y la tenía allí a sólo unos pasos de distancia. Sin embargo se comportó como una cobarde y prefirió huir del miedo paralizante que se apoderaba de ella al tenerla cerca. Nunca se imagino en semejante situación, parecía una chiquilla nerviosa e inexperta.

Todo esto era tan nuevo para ella que no sabía como actuar, que era correcto o incorrecto en cada situación ¿Qué podía pasar?¿qué pasaría si diera riendas sueltas a lo que estaba empezando a sentir?¿Qué sucedería si dejará a Billie Eilish entrar en su vida?

Tú, Yo & Nuestra historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora