Epílogo I

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Pov's Billie

Han pasado dos años desde que ___ llegó a mi vida para transformarla para siempre. Antes de ella todo era distinto, incompleto, incierto y, a veces, triste y vacío. Ahora las cosas son completamente diferentes, estoy llena de vida, feliz y cada segundo más enamorada de ella. Mi hermosa morena de profundos ojos marrones me llena los días de sonrisas ingenuas y auténticas, besos cómplices y divertidos, pasión plena y desmedida, pero sobre todo de amor incondicional, de esa clase de amor que está dispuesta a vencer todas aquellas cosas que nos hacen tan distintas una de la otra.

Sigo prefiriendo el té en el desayuno, pero no hay nada más delicioso en este mundo que el beso que me regala al entrar en la cocina por las mañanas y abrazarme a su cintura mientras está degustando su primera taza de café del día. Es exquisito el sabor del café en su boca, sobre todo cuando se mezcla con el te amo que escucho justo después de separar nuestros labios. Ese instante es perfecto, solo ella y yo mirándonos a los ojos y confesándonos promesas de amor silenciosas.

Durante las primeras semanas de noviazgo estuvimos separadas, mientras hacíamos frente a nuestros compromisos laborales y organizábamos todos los aspectos de nuestras vidas para estar juntas de manera permanente. Nos hablábamos todos los días por mensajería de texto y videollamadas, hacíamos resúmenes de nuestro día y compartíamos charlas triviales cargadas de anécdotas, chistes y muchas confesiones de amor mutuo. Pero era difícil estar tan lejos una de la otra y la diferencia horaria complicaba todo aún más, sin embargo, estábamos dispuestas a hacer el sacrificio mientras podíamos solucionar todo a nuestro alrededor. Sin duda, nos echábamos de menos y nos necesitábamos demasiado, nos urgía estar cerca y disfrutarnos en todos los sentidos. La decisión definitiva de no permanecer ni un día más separada nos llegó de manera repentina y sin planearla.


***Flashback***

Era un lunes como cualquier otro, en el cual Billie tenía miles de compromisos en la empresa y varias reuniones en distintos puntos de la ciudad. Mientras conducía para dirigirse a una importante junta de negocios en las afueras de Londres escucho en el móvil el sonido distintivo de las llamadas de ___ y rápidamente una sonrisa hizo aparición en sus labios.

-¡Hola Amor! Pensé que ya estabas dormida. ¿Qué hora es en New York?- contestó Billie con tono dulce y preocupado a la vez porque sabía que era algo tarde.

-¡Hola, mi amor! Es casi medianoche, pero aún estoy en el taller porque debo avanzar varios modelos de la nueva colección. La fecha cada vez está más cerca y siento que me quedo sin tiempo y empiezo a estresarme- respondió la morena mientras se masajeaba el cuello con una de sus manos en señal de claro agotamiento.

-No deberías estar ahí mi vida, necesitas descansar. No me gusta que trabajes a deshoras, te puede hace daño- reprochó la rubia.

-Lo dice la mujer que dirige un emporio de negocios y cuyas horas de trabajo diario son incalculables para la raza humana- se carcajeo con un poco de sarcasmo.

-Eso era antes, ahora la mayor parte de mi tiempo la pasó pensando en la chica de mis sueños... una guapa mexicana que conocí en un aeropuerto- respondió en tono coqueto.

-Me encanta cuando sabes que estás a punto de perder en la conversación y cambias de tema- se carcajeó nuevamente -Amo que tus excusas siempre incluyan pensar en mi en todos los momentos.

-Siempre pienso en ti, te extraño mucho. No veo la hora de poder verte otra vez...- su voz expresaba la nostalgia de tenerla tan lejos y necesitarla tanto.

-También te extraño mi vida, no sabes cuánto. Ya quiero que sea fin de semana para que puedas venir a verme- respondió la morena con la misma nostalgia en su voz.

Tú, Yo & Nuestra historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora