Epílogo

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- Mmm -

- Hola Izuku -

- ¿Eh? - Una voz conocida lo sacaba de su ensoñación. Levantó su mirada hacia aquella persona, y aun aturdido debido a lo que supuso era algún tipo de sedante intentó atacar a este, sin embargo no lo logró. Para su mala suerte se encontraba atado a la pared con grilletes que no lo dejarían separarse de la misma.

- (Reía) No pensaste que te dejaría suelto, y mucho menos después de nuestro último encuentro. - El chico de cabellos verdes, los cuales conjuntaban con sus ojos del tono de las esmeraldas, recordó aquella ocasión. Después de que ese mismo hombre lo citara en aquella habitación del hotel Teito, Izuku accedió a reunirse con él, y cuando pensó que lo tendría en su poder de manera pacífica, se llevó una desagradable sorpresa. Este terminó por dejarlo inconsciente en el lugar. Para empeorar su situación, cuando despertó, se hallaba en los calabozos retenido por agentes de la ley, para más tarde ser llevado a juicio donde se demostraría que, tanto su familia como él, estaban involucrados en negocios turbios, siendo estos blanqueo de capital, estafa y extorsión entre otros, por ello se les condenó a toda la vida en prisión sin opción a salir bajo fianza.

Un tiempo pasó cumpliendo su condena, y aún seguiría haciéndolo sino fuera porque consiguió escapar gracias a algunos subordinados y a algún que otro soborno. Pero claro está, su meta tras escapar de la cárcel no era otra que la de hacerse con su objetivo, "Izuku", pensaba una y otra vez, día tras día su obsesión se había echo mucho más notoria, y había ido a peor. Ya el echo de tenerlo, era eso, un echo, ya no había opción a dejarlo escapar, tenía que ser suyo. Sería suyo.

Mientras Izuku seguía en su en vano intento por liberarse, el otro lo tomó de la barbilla con una mano e hizo que lo mirara fijamente a los ojos. Observaba como el encadenado joven cambiaba su expresión, haciendo que esta tornara a una de ira en combinación con desagrado. Sonreía al imaginar cuantas actividades de su gusto podría llevar a cabo con aquel cuerpo frente a él. Midorilla por su parte solo se preguntaba el cómo terminó en aquella situación...

Mascarada 2 (secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora