Mascarada 2 (secuela)

Capítulo 7. Plus ultra

(A partir de ahora narra la autora)

De vuelta a la actualidad, Katsuki se reunía con sus jefes debido a la noticia de que Izuku había desaparecido. Lo cierto es que este estuvo intentando contactarlo sin ningún éxito, por lo que tuvo un mal presentimiento. Pidió a Mei que lo intentara ella, pero tampoco tuvo suerte. Ya era raro que no contestara a la primera, pero el no hacerlo durante un largo periodo de tiempo significaba que algo le había ocurrido.

En poco tiempo comprobaron la ubicación de su móvil vía satélite, y en efecto como sospechaban algo le había sucedido, puesto que el aparato fue encontrado tirado en la calle, pero su dueño no estaba ni siquiera cerca. Qué podría haber pasado se preguntaban, Katsuki temía lo peor, incluso sabiendo que era capaz de defenderse, aun así no se quedaba tranquilo.

Mientras temían lo peor, un mensaje entraba por uno de los canales. 

- Mei, deprisa ... necesito... localices... no hay ...po. - Un pequeño suspiro de alivio salía de la boca de Katsuki. La voz era de Izuku quien de alguna forma había conseguido contactarse. Inmediatamente la chica se puso a triangular la posición del moreno. 

- Izuku, si me escuchas estoy intentando encontrarte no desesperes. - Mei tecleaba a toda velocidad.

- Escúchame Deku, más vale que cuando te encuentre sigas con vida. - Decía con seguridad en sus palabras, ya que tenía decidido traerlo de vuelta a toda costa. Por su parte Izuku sonreía, estaba seguro desde el principio que él volvería a ayudarlo como tantas otras veces, y que esta no sería distinta. 

- Kachan... - Un ruido se escuchó, era la puerta de la habitación donde Izuku se había escondido mientras intentaba contactar con alguien que lo ayudara. Uno de los hombres que lo secuestró abrió esta de una patada, en ese momento comenzó a pelear contra nuestro protagonista quien intentó hacerle frente, pero sabiendo que no escaparía escondió como pudo el comunicador usado, e intentó ganar tiempo. 

- ¡ Deku!... Mierda. ¡Mei cuánto falta!- La impaciencia podía con él, pero no se le podía culpar ya que la persona a la que amaba era quien estaba en peligro. 

- Solo diez segundos y tendré su ubicación exacta. - Seguía tecleando mientras en la pantalla aparecían datos e imágenes del satélite el cual daba como resultado la ciudad de Jodhpur,  dentro del estado de Rajasthan, pero antes de conseguir averiguar el edificio concreto, se perdió la señal. - Maldición (suspiraba), tan solo 5 segundos más y hubiera dado con la dirección completa. - estaba frustrada, pero al menos ya sabían donde buscar. 

- Búscame un vuelvo para ayer. - Su tono no era explosivo, pero se podía apreciar cuan cabreado estaba. Katsuki salió de allí para disponerse a reunir todo lo necesario para su viaje.

- Bakugou... - 

- Si me vas a decir que no vaya, ya puedes ahorrártelo, no voy a abandonarlo. -

- No, te conozco bien y se que no puedo detenerte, es por ello que te esperan en diez minutos en el hangar dos. - Sorprendido al escuchar esto miró a su jefe, quien le entregó un trozo de pael junto con un colgante. En el colgante se podía leer "Plus ultra", y en la nota decía:

" Donde está tu orgullo como hombre, bastardo. Si es así como buscas mi aprobación olvídate."

 Katsuki rió, si hasta alguien tan orgulloso como el padre de Izuku era capaz de enviar ese mensaje a quien según él intenta alejar a su hijo, eso significaba que confiaba en que realmente lo trajera de vuelta. 

Una vez tomó todo lo necesario, se reunió con las personas que lo acompañarían en el hangar. Pocos minutos después, un grupo pequeño compuesto por cinco personas se encaminaron directos a Jodhpur, mientras tanto los demás hacían preparativos para que el grupo de Bakugou pudiera atravesar las fronteras sin ningún problema. 

Volviendo a la pelea que Izuku estaba teniendo... 

Los golpes iban y venían, pero debido a que algunos anestésicos aún actuaban en el sistema de Izuku, este aún se movía un tanto torpe, por lo que el atacante no tardó en tumbarlo y destrozar el comunicador que había usado anteriormente. Y así acabó su primer intento de fuga, o así lo llamaron. Tras eso, en lugar de tan solo atarlo del tobillo con unas simples cadenas, pasaron a encadenarlo a la pared con unos grilletes. Y de esta forma volvemos al comienzo.

- No creas que te saldrás con la tuya, en algún momento me libraré de estas cadenas y entonces te patearé las pelotas. -

- Oh, tienes agallas, me pregunto cuánto durará eso. - Aizen seguía manteniendo su expresión de superioridad mientras continuaba imaginando que hacer con Midorilla, a quien deseaba tomar con tanta obsesiva desesperación. En ese punto donde se quedaba absorto en sus enfermos pensamientos, Izuku aprovechó para escupirle a la cara, lo que lo sacó de su trancé e hizo que le propinara una bofetada. Mientras comenzaba a perder los nervios, el joven de cabello verde sonreía, pues sabía con certeza que esa persona estaba en camino y que lo sacaría de allí.

Instantes después, se informó a Aizen de que su localización se había visto comprometida, por lo que comenzaron a hacer preparativos para lo que vendría. Sabía con certeza que alguien había sido enviado a rescatar al joven, pero no era algo con lo que no contara desde un principio. Ya fuera una fuga de información, o algo como lo ocurrido, sabía perfectamente que en algún momento podría pasar por lo que ya tenía ideadas algunas contramedidas, sin embargo, nunca esperó lo que realmente le caería encima.