Tras pedir amablemente a esas chicas que te soltaran, nos marchamos del lugar para terminar en un hotel. Lo tumbé en la cama de la habitación, y le acerqué algo de agua para que ayudara con la borrachera, sin embargo, cogió mi brazo he hizo que terminara debajo de él.
No paraba de repetir mi nombre una y otra vez, y me comenzó a besar de la nada. Quería apartarle, pero el sentir la calidez de esos labios después de tanto junto con el alcohol que había ingerido, hicieron desaparecer mi racionalidad por lo que ya poco o nada me importaba lo que pasara, tan solo quería sentirle un poco más. Tantos besos y caricias que nos dimos en esa noche que jamás olvidaré aunque él ni siquiera era consciente, esa noche se grabó en mi mente a fuego y de manera clara.
Calor, pasión y un "te amo, Izuku" salieron de su cuerpo, mientras que del mío una total entrega, éxtasis y un "yo también, Kachan" lo correspondían. Esa noche nos hicimos uno, y esa mañana nos volvimos a separar. Hubiera querido contactarle a la mañana siguiente, pero por desgracia, en todos los cuentos existen brujas, en este caso demonios y ese demonio apareció en el momento menos oportuno.
Recibí un mensaje por parte de Aizen, quien no se muy bien cómo se hizo con mi número, pero que lo usó para conseguir de nuevo su propósito. Y así fue como volví a desaparecer, cambié de número de nuevo y me escondí en otro lugar. Por mi parte ya tenía claro que iba a devolverle a esa persona lo que me estaba haciendo pasar, por ello decidí vengarme de la mejor manera posible. No quería que muriera, ya que no creo que nadie merezca la muerte, pero si deseaba que no se volviera a acercar a mi, necesitaba ayuda y es por ello que les pedí consejo a varias personas del círculo de mi padre.
En principio no hubo suerte, hacer que alguien sea culpado de acoso no servía de mucho ya que el demostrar el acoso real y conseguir la orden de alejamiento llevaba tiempo, eso sumado al echo de que nada aseguraba que los demás estuvieran a salvo, y de que este no se saltara esa orden para terminar haciéndome daño. Parecía que todo estaba perdido, pero como todo en esta vida, aquello que se hace deja rastro, y lo que la familia de Aizen hacía no era una excepción. Extorsión, venta de drogas, tenencia ilícita de armas, todo un listado de delitos de los que se les había inculpado y por los que no fueron encarcelados, aquello era sumamente extraño. ¿ Cómo era posible que estuvieran envueltos en todo aquello pero no se les hubiera culpado definitivamente?, una de dos o su abogado era bueno, o sus contactos influyentes en las altas esferas, y desgraciadamente eran ambas.
Al final, se terminó trazando un plan en base a lo que se tenía seguro. Para pillar a la rata se necesita un buen queso, y quien mejor que yo. Al principio mi padre estaba en contra, pero cuando se habló largo y tendido, tuvo que aceptarlo a regañadientes, ya que para rematar la faena no tuvo otra cosa que admitir que fue el culpable de las cartas que se le enviaron a Kachan como amenaza. Ahora entendía el por qué reaccionó en aquella ocasión de esa manera.
Comencé un nuevo entrenamiento el cual me exigía incluso más que el anterior. Este no solo consistía en pelear, sino en formarme una imagen de cara al público, y que no mostrara mi verdadero rostro, como una máscara que no dejara pasar alguna mirada indiscreta.
Era algo difícil, aunque mis amigos no lo tenían más fácil, ya que se decidió que ambos participaran y que de esta forma yo tendría apoyo cuando lo necesitara, es por ello que Mei se dedicó a lo que mejor sabía y que por ello tiempo después sería destinada al departamento de informática de cierta rama dedicada a las misiones de asalto. Por otro lado Kaito había recibido adiestramiento de parte de cierto ninja de mi pasado, al parecer era un familiar, por lo que todos los trucos que usaba en sus "escapes" se los había enseñado el mismo. Disfraces, imitaciones, incluso movimientos de combate fueron legados por su tío quien nos terminó asesorando para cumplir nuestro objetivo.
Durante dos años, se estuvieron preparando para que los planes salieran según lo previsto y sería relativamente fácil, pero tenían que calcular todo a la perfección si querían coger a toda la familia al completo. No por nada habían llegado hasta donde estaban y seguramente no darían un paso en falso tan fácilmente.
En algún punto me enteré gracias a Mei, de que Kachan había entrado al cuerpo especial de asalto, y que en poco tiempo se convirtió en capitán de su brigada, lo que me dejó asombrado. Era increíble como había ascendido tan rápido. Lo único que venía a mi mente era el querer volver a verlo. De esta forma mi querida amiga intervino y pidió a Kaito que la secundara cuando agregaron algunas modificaciones al plan. Por ello quedó de la siguiente forma:
Punto 1: Yo me convertiría en una cara visible y relativamente accesible.
Punto 2: Mientras algunos se encargaban de terminar de recolectar pruebas, se llevaría a cabo alguna forma de distracción, para lo que la colección de cierto magnate sería la escusa perfecta.
Punto 3: Mi misión principal sería que cierto idiota bajara la guardia y diera un paso en falso, aunque algo me decía que sería la parte más sencilla.
Punto 4: Mantener a salvo a esas personas. Tanto yo como Kaito, teníamos a personas involucradas en el caso que no queríamos perder, por lo que para que eso no ocurriera actuaríamos en cierto momento por nuestra cuenta, por supuesto había un par al tanto, pero no le dije nada a mi padre ya que sabía cual sería su respuesta y no estaba dispuesto a seguir sus órdenes si de dejar que le hicieran daño a Kachan se trataba.
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Mascarada 2 (secuela)
FanfictionUn antiguo problema regresa a la vida de Izuku, quién se verá envuelto en una trama que lo alejará de quien más quiere... ¿ Será definitiva esa separación? ¿ Será lo suficientemente fuerte? ¿ Qué lo llevó a esa situación en la que ahora se encuentr...