Capítulo 9. Misión cumplida.

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Mientras ocurría lo último en el lugar de Katsuki, Izuku tenía que aceptar algunas demandas que le hacía Aizen si quería seguir ganando tiempo. Conocía a su rubio, y si le dijo esas palabras era porque iría a buscarlo sin dudar. Seguía absorto en sus pensamientos mientras terminaba de cambiarse y entraba el moreno a la habitación.

- Mmm, te ves mejor de lo que suponía, Izuku. - Decía mientras se acercaba para tomar la barbilla del joven y de esa forma hacer que lo mirara directo a los ojos. Izuku se estremeció totalmente asqueado al pensar en el echo de que llevaba aquel traje para esa persona. Tenía ganas de vomitar.

Aquella vestimenta no tapaba prácticamente nada de él, estaba hecha de un tejido transparente en su totalidad, salvo por unos guantes de color marrón, y un tanga de color blanco que era totalmente opaco. "Demonios, qué pasaría si Kachan lo encontraba así", esperaba poder ocultarse antes de que alguien más lo viera sin percatarse de que el otro lo rodeó con su brazo libre y lo acercó a su cuerpo para terminar besándolo.

Izuku, un poco sorprendido al principio no tardó en reaccionar y terminar empujándolo, terminando este un par de pasos más alejado del anterior. Midorilla comenzó a caminar hacia atrás lentamente. Por cada paso que daba, Aizen lo imitaba en dirección hacia él, al poco tiempo ya no tenía más espacio para retroceder pues se topó con la pared, quedando acorralado entre esta y el moreno. Aizen no tardó en aprovechar y comenzar a besarlo de nuevo, pero esta vez, no solo su lengua entraría en la boca de Izuku.

Mientras el moreno sujetaba una de las manos de Izuku, este se defendía como podía con la otra, sin embargo aún su cuerpo se sentía algo pesado debido a que los anestésicos que usaron para secuestrarlo y mantenerlo tranquilo, aun actuaban en su sistema, por lo que su resistencia era inútil. Aizen, en cierto momento sacó de su bolsillo una pastilla, la cual metió a la fuerza en la boca del otro haciendo que la tragara.

Entre tanto, Katsuki por fin llegaba al lugar donde se encontraba el objetivo. Rezaba porque Izuku estuviera bien, si algo le pasara no se lo perdonaría. Se acercó a la puerta para escuchar. Se podía oír como su amado forcejeaba y gritaba que lo soltara, cosa que este aprovechó para entrar y apuntando con el arma a la cabeza del bastardo que tenía bajo de sí a Midorilla, lo obligó a que se apartara del mismo.

El rubio estaba preocupado por su pareja, la cual seguía en el suelo con los brazos sobre su cara, esto le recordó a cuando lo hirió él mismo, se prometió hacía mucho que jamás dejaría que ni él ni nadie volvieran a hacerlo llorar de esa manera. Volvió la vista de nuevo a Aizen y totalmente encolerizado disparó a este acertando a su hombro y haciendo que se retorciera de dolor al mismo tiempo.

- ¿ Qué les has hecho?, ¡ contesta bastardo! - Este respondió con una risa por su parte, provocando a Katsuki lo suficiente como para que volviera a dispararle, pero esta vez en la pierna.

- Ah... - gritos y quejidos de dolor salían por parte de Aizen.

- No voy a repetírtelo más, dime de una puta vez que le has hecho a Deku o te meto un balazo en lo que tu llamas pene. Si te atreves a mentirme te arrancaré las tripas y jugaré con ellas hasta que pierdas el conocimiento. - Su nivel de ira había propasado lo tolerable para él, esas palabras no solo eran una amenaza, sino una advertencia, ya que sino hablaba le haría lo mencionado o algo incluso peor.

- Ka..chan - Izuku comenzó a llamarlo, este se acercó a él comprobando su estado. Dejó el arma a un lado y comenzó a tocar su cara que se mostraba muy sonrojada. Inmediatamente el joven de cabello verde se incorporó abrazando en el proceso al rubio. Este se aferraba llamándolo una y otra vez, eso pareció extraño a Katsuki, pero lo que era más extraño no era eso, sino que la temperatura de él parecía ser más alta de lo que debiera.

Uno preocupado y el otro con su mente un tanto lejana, ambos se habían olvidado de esa persona, misma que aprovecharía para tomar la pistola para matar a la pareja, sino fuera porque uno de los chicos que iba con Katsuki lo apuntó y terminó disparándole ya que este no se daba por vencido. El rubio solo miró de reojo por un instante como caía muerto, para así asegurarse de que todo había acabado. Por fin ellos podrían estar juntos sin que nada ni nadie se interpusiera en el camino.

- Bakugou, tenemos que irnos, los demás nos están esperando. - Los chicos salieron de la habitación, mientras que él tomó a Izuku en brazos y lo acercó a una cama que allí se encontraba. No había tiempo para buscar sus ropas, pero tenía que sacarlo de allí así que lo envolvió en una manta cargándolo hasta fuera de aquel lugar. Cuando se reunieron con los demás, allí se encontraba la policía junto con algunas ambulancias.

Uno de los médicos que estaba por la escena, tomó algunas muestras de sangre y saliva de Izuku a petición de Katsuki, ya que tenía certeza de que el estado del mismo se podría deber a alguna droga o sustancia extraña, los resultados no tardarían, sin embargo tenían que volver rápidamente a Jodhpur para tratar a algunos heridos y meter en el calabozo a otros tantos. Con esto, el rubio aprovechó para llevar a su pareja a descansar, cosa que no parecía que fuera a poder, pues durante el camino no había parado de aferrarse y soltar quejidos como si fuera doloroso. Bakugou no sabía que hacer, el otro estaba sufriendo y no podía ayudarlo, era doloroso verlo así, tan solo lo abrazaba.

Cuando por fin llegaron hasta un hotel donde les dieron alojamiento, Katsuki tumbó a Izuku sobre la cama, quitando la manta que lo cubría y dejando ver las ligeras prendas que este llevaba. Se maldecía por dejar que ese bastardo lo atrapara y permitiera que lo vistiera de aquella manera.

Viendo que su cara aun seguía muy roja, acarició su mejilla para comprobar la temperatura, en ese preciso momento Izuku abrió sus ojos, volviéndolos a cerrar para acercarse aún más a ese tacto que tanto amaba. Katsuki besó su frente, y cuando iba a hacerlo en los labios, una llamada interrumpía el momento.

- Diga...-

- Señor Bakugou, soy Ranjit, el médico que atendió antes a su compañero. Le llamo por los resultados de los análisis. -

Mascarada 2 (secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora