Mascarada 2 (secuela)

Capítulo 6. Final feliz o tan solo un comienzo.

Tras el accidente, Kachan comenzó a hacerme un interrogatorio. Sabía que no era tan tonto como para engañarlo mucho tiempo, y lo que temía pasaría antes o después. Así que en cuanto él me besó y provocó, yo simplemente dejé de fingir y me dejé llevar totalmente.

Fue imposible contenerme, lo deseaba tanto que nada ni nadie podría haber impedido aquello, daba igual todo lo demás en aquel momento tan solo quería sentir su deseo arder por mi.

Una vez Kaito volvió, y Kachan se marchó comenzamos a conversar de los detalles sobre el evento final.

- ¿ Ha ido como esperabas? - preguntaba Izuku contento.

- Si, ha sido fácil, además conseguí hincar un poco el diente al pastel. Pronto podré disfrutarlo totalmente. - Sonreía como si de un gran triunfo se tratara. - Pero veo que no soy el único que ha disfrutado de su capricho. - Parece que ambos obtuvimos un buen incentivo para seguir adelante.

- Tienes razón, y he de decir que ha sido mejor que la primera vez. -

- Me lo imagino. Bueno creo que va siendo hora de hacer los preparativos para el evento, y esta vez sin errores. -

- Si, aunque a estas horas deben haberse percatado de nosotros, sino no serían tan inteligentes después de todo.-

- Si, ya hablé con tu padre y los chicos. Estarán en posición. Esta vez no escaparan. Además el peón ya está en juego. -

- Bien, no podemos dejar nada a la suerte, así que actuaremos según el plan. Además ella es muy perfeccionista. - La organizadora era tan puntillosa cuando de detalles se trataba, pero no se podía negar que sus resultados eran realmente excelentes, por lo que nadie tendría quejas, después de todo su plan estaba yendo a las mil maravillas incluso considerando las variantes que se presentaron hasta el momento y que al parecer tenía entre sus posibilidades. Además de que para que no se me inculpara los chicos habían dejado una nueva nota que me exculparía, ya que mi cuartada para esa sería indudable.

Tras el concierto, Aizen volvió a ponerse en contacto conmigo y me había amenazado para que nos reuniéramos en una de las habitaciones del hotel Teito, lugar donde se llevaba a cabo el evento principal. En cierto momento tuve que dar esquinazo a Kachan para posteriormente dirigirme a al lugar indicado. Por fin todo terminaría, o al menos es lo que pensé.

En cuanto entré por la puerta, sabía que tendría poco tiempo ya que estaba seguro de que él no tardaría en llegar a donde yo estaba. Después de todo no era la primera vez que estaba en apuros y venía a socorrerme.

Tras una breve conversación, Aizen intentó ponerme las manos encima, por lo que le empecé a tirar lo que tuve a mano. Al final atiné a golpearlo y dejarlo en el suelo inconsciente. Por fin me dejaría tranquilo, ahora el problema sería Kachan, tenía que distraerlo a como diera lugar para que no corriera peligro, ya que al igual que el inspector para Kaito, Kachan era la joya más valiosa para mi.

En cuanto este abrió la puerta iba a abrazarlo simulando estar asustado, pero parece que se dio cuenta, así que no tuve más remedio que pasar al plan B. Sabíamos que podría pasar por lo que agregamos una variante al plan, consistía en usar una ruta alternativa para alejar a ciertas personas clave del lugar y así evitar riesgos, por lo que tan solo tuve que hacer que me persiguiera hasta la azotea.

Tras avisar a los chicos, y hacer que nos encerraran, tuvimos cierta discusión con la que ganaría tiempo para que los demás se encargaran de terminar el plan. Yo ya había cumplido, y ahora tenía que sincerarme con Kachan quien terminó mostrando su lado más vulnerable.

- Dime, ¿también planeaste que me enamorara aún más de ti? - Esa frase me desconcertó totalmente lo que él aprovechó para intercambiar nuestras posiciones. A partir de ahí intervino Mei, por fin todo había acabado, también tuvo que explicarle a Kachan el por qué me ayudaba y en cierto modo como castigo decirle a los jefes que nos tomaríamos unos días libres. Esa noche hablamos largo y tendido sobre mi actuación encubierta.

A partir de ese momento, no hubo día en que no estuviera a su lado, desgraciadamente el pasado ha vuelto para patearnos de nuevo el trasero...