V I G I L A N C I A

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Mía

Podía sentir cada ojo sobre mí en aquel castillo que supuestamente era sumamente seguro, pero mi querido perro había adelantado mis planes perdiendo el tercio del ejército en querer conquistar el reino cuervo, cosa que no me negué cuando ya era tarde y me encontraba en el jardín tomando mi té mientras cada uno de los sirvientes, mucamas y guardias vigilaban cada movimiento que realizaba. Era un estrés constante de aparentar que todo estaba bien cuando no lo era, un mes había pasado desde que mi ejercito había sido masacrado por aquellos dos.

-Tadashi podrías de dejar de ser tan hostil - ordene

- Lo siento su majestad, pero no la dejan respirar - podía escuchar su tono aún culpable

-No hubiera pasado y hubieras hecho caso de mis órdenes - lo mire furiosa y luego me relaje - por el momento tenemos que mantenernos calmados hasta que pueda tener una audiencia con la reina sola - sonreí - y cuando eso pase, estará acabada -

-Como ordene su majestad - bajo la cabeza

Regrese a mi habitación para darme un baño de agua caliente como lo hacía normalmente después del té, la reina últimamente había estado más ocupada y de paso uno de los capitanes de los Algas había regresado de su misión en Ámsterdam, eso me daba muy mala espina ya que todo podía pasar si no llevaba todo al margen, la única hora en la cual no me sentía vigilada era en la madrugada donde a todos les ganaba el sueño.

- Que bien se siente ser libre - me estire para ver a mis mucamas muy dormidas por la bella dona

Salí a mi balcón el cual también se sentía tranquilo y sin miradas que vigilarán cada uno de mis movimientos hasta que Tadashi entró sujetando mi cintura.

- Hueles muy bien - beso mi cuello

- Lo sé - sonreí

-Ven - me jalo hacia el

- Espero que mi esposo nunca se entere - sonreí

Las ropas desaparecieron hasta llegar el punto saltando arriba de él, me encantaba como me miraba con detalle al estar sin ropa en encima de él, sintiendo cada parte de él dentro de mí, mi cuerpo se estremecía cada vez que me llenaba de besos haciéndome sentir llena de él. Tenía tiempo de conocerlo y era como mi amigo con derechos, nunca hemos tenido en mente tener una relación en mente hasta ser algo formales como lo tiene Dariana y sus dos príncipes oscuros. Me encantaba cuando nuestros encuentros se volvían más íntimos el apreciaba cada parte de mi cuerpo no tan perfecto... Joder lo amaba tanto, pero no podía estar junto ya que bueno tenía un esposo que también me amaba demasiado, siento que el amor de mi vida es Tadashi el cual me enseñó amar como nadie me partió el corazón muchas, pero mi esposo es mi alma gemela el cual llego a curar todas mis heridas a demostrarme que el amor puede ser construido desde cero...

Hay un dicho del cual me dijo mi madre cuando la encontré con unos de sus amantes "Las mujeres comemos mejor que los hombres, porque se come callada" y ese dicho se quedó ahí, a mis 15 años ya tenía muchos hombres detrás de mí por mi belleza hasta mis 20 donde mi vida era un completo descontrol de fiesta y en unas hermosas urgías con muchos hombres y mujeres. Tadashi me ayudó a salir de esa vida hasta que me rompió el corazón, pero al final me terminé casando con alguien me gustaba mucho, pero no era Tadashi en ese aspecto...

Sentí como se movió y me dejó debajo de él introduciendo sus dedos en mi cavidad mojada y caliente haciendo me sentir un vaivén de éxtasis en mi cuerpo, lamiendo y chupando mis senos sin piedad teniendo miles de orgasmos en ese momento...

- Joder... - gimió mientras tenía su miembro en mi boca

- m... Ah... - podía sentir como apretaba más mi cabeza con su miembro dentro de mi

Reina Roja ✔️  C O M P L E T ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora