Pastelito ~ KookGi (Jeon JungKook~Min YoonGi)

Capítulo 6~Fresa

Jimin parecía haberse unido fácilmente al grupo de amigos de TaeHyung cuando reconoció a uno de ellos como un ex compañero del instituto. Tae le hablaba de lo asombrosa que era su tienda de ropa a todos cohibiendo ligeramente al chico más bajo pero mayor en edad que él por lo enérgico y refrescante que resultaba el chiquillo de cabello castaño.

Por su lado YoonGi había vuelto a jugar con el borde de su suéter porque sentía esa mirada oscura y pesado sobre él examinándolo. Así fue hasta que Jeon dió una gran bocanada de aire y buscó el valor en su interior para hablarle.

-¿Lo estás pasando bien? -YoonGi lo vio de reojo y asintió tímido, JungKook sonrió enternecido. -No eres de hablar mucho, ¿no? -Preguntó de nuevo a modo de afirmación, YoonGi tardó un poco en encontrar su voz.

-No me gustan mucho las aglomeraciones de gente, solo he venido porque es el cumple de Tae. -JungKook lamió sus labios ansioso por escuchar más esa dulce voz y porque respondiera su duda al fin de forma segura.

-¿Tú mejor amigo? -YoonGi asintió de nuevo sin ver la amplia sonrisa de Jeon en victoria. -¿Quieres bailar? -Se aventuró. YoonGi lo miró rápidamente con nervios, él era un pésimo bailarín y no podría hacerlo ni decente si era con él que lo ponía tan nervioso.

-Claro que quiere. -Pero TaeHyung fue más rápido e interrumpió en su conversación, forzando a YoonGi a ponerse en pie y empujándolo hacia la pista de baile. Jimin sonrió viendo a su mejor amigo tomar la mano del menor y guiarlo a la pista de baile tras él.

Una vez llegaron al centro de la pista y estuvieron rodeados de gente JungKook no dudó ni un momento en comenzar a mover sus caderas al ritmo de la estridente pero satisfactoria música. Sin embargo YoonGi se había quedado parado frente a él, cruzado de brazos sin saber muy bien que hacer y tan solo viendo la camiseta negra del chico frente a él.

-¡¿Qué pasa?! -Le gritó Jeon, pero a pesar de ellos no pudo escucharlo y las cejas finas de YoonGi arrugadas se lo hicieron ver. Se acercó más a él hasta pegar sus labios a su oído. -¿Qué ocurre? -Le volvió a preguntar más suave.

-No sé bailar. -Le respondió con la voz temblorosa en vergüenza, JungKook se alejó sonriendo y pensó que se reía de él cuando echó su cabeza hacia atrás cuando en realidad lo que hacía era contener sus ganas de comérselo.

JungKook le tendió entonces su mano derecha, YoonGi la aceptó curioso y llevado por el brillo en sus ojos. Jeon entrelazó sus dedos y con su mano libre guió la contraria en la misma posición a su hombro para después llevarla a la cadera del chico. Al sentir el hueso de su cadera bajo si mano tuvo que contenerse de apretarla con posesión.

Es así como un chico vestido de rosa, bajito y de rostro dulce bailaba en el centro de la pista junto a uno alto, vestido de negro y con tatuajes y piercings como si estuvieran bailando un vals en una boda.

YoonGi no contuvo su bella sonrisa de gomita mostrando sus rosadas encías, Jeon le devolvió el gesto mostrando sus palas y creando arrugas junto a sus ojos.

Sin darse cuenta sus cuerpos se acercaban cada vez más y más y disfrutaban esa cercanía a la par que les hacía sentir más ansiosos y avergonzados. Esas mejillas pálidas tintadas de rosa volvían loco al mayor y tuvo que preguntarlo, esa duda absurda que le perseguía desde que lo conoció.

-¿Te gustan las fresas? -YoonGi lo miró confuso por su repentina pregunta, pero asintió levemente. -¿Los pastelitos de fresas? -Y ver ese brillo ilusionado en los ojos del menor hizo a su corazón latir desbocado.

-¡Me encantan! -Gritó alegre sin poder contenerse. Jeon rió dulce ante los oídos del menor quién hizo un puchero profundo e involuntario. -Lo que daría ahora por uno.

JungKook detuvo sus movimientos porque necesitaba admirar detenidamente ese puchero de labios finos rosados; mordió los propios al imaginar que sabrían a fresa.

-¿Nos escapamos a por uno? -Preguntó de imprevisto, YoonGi lo miró algo desconcertados; como si estuviera loco.

Pero él amaba las locuras y más si estaban relacionadas con dulces. Con su dulce favorito y ese chico que lo tenía encandilado.

Su cabeza de movió frenética, moviendo de forma adorable y graciosa su cabello suave y negro, asintiendo.

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