Sinopsis:
JungKook es un hombre de apariencia ruda y serio rostro. Co-dueño de una tienda de ropa retro junto a su mejor amigo de la adolescente Jimin.
YoonGi es un adolescente de apariencia adorable y rostro tierno. Dueño de una tienda de artículos...
Ambos chicos completamente diferentes se encontraban en el Jeep negro del mayor, algunos pensarían que en un incómodo silencio por los nervios que sentirían.
Pero Jeon se había hecho el valiente, saludando al menor con alegría y dejándole elegir la música en su coche. Y YoonGi había recibido una charla de más de una hora de su mejor amigo motivándolo a ser él mismo y animado.
Con la música de BlackPink, Playing With Fire sonando a todo volumen en el Jeep mientras YoonGi cantaba dulce y trataba de seguir el rap de Lisa haciendo gestos graciosos que hacían reír a JungKook.
Era extraño, maravillosamente extraño, que conociéndose tan poco pareciera que lo hacían de toda la vida. Tal vez las almas gemelas existían o eran la prueba viviente de que los opuestos se atraen.
El coche se detuvo cuando Lovesick Girls comenzaba a sonar, YoonGi hizo un pronunciado puchero. JungKook le sonrió antes de bajar del Jeep e ir a abrirle la puerta.
-Vamos, luego a la vuelta la ponemos otra vez. -YoonGi asintió bajando para colocarse a su lado. La mañana estaba soleada, el ambiente era cálido y la gente paseaba alegre por la calles.
-¿Dónde hemos venido? -Preguntó el más pequeño comenzando a seguir, con rápidos pasos, al chico más alto y que daba zancadas involuntarias.
JungKook se dio cuenta del esfuerzo que hacía el menor por seguir sus pasos, era su altura no podían culparlo. Así que, sacando de nuevo el valor que la confianza de estar en una cita le habían cedido, le ofreció su mano derecha.
YoonGi vio la mano tatuada en su dirección y la tomó tímido con la suya izquierda deseando no ponerse a sudar. Sin embargo sus mejillas no le hicieron el favor de no sonrojarse.
A un paso, más lento para Jeon y más rápido para YoonGi, reanudararon el camino.
-Ya estamos. -Min miró al frente viendo un gran mercadillo de segunda mano ante ellos. -Supongo que te gustan estas cosas por tu trabajado, a mí también me gustan. -YoonGi lo miró asintiendo enérgico, la ilusión y emoción en sus facciones. -Pero hoy no venimos a trabajar, ¿okey?
-Hoy venimos por nosotros, vamos solo a comprarnos cosas para nosotros. -YoonGi copió su sonrisa y tiró de su enlace de manos para iniciar la ruta de puestos.
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-¿Qué tal? -Jeon se había probado una chaqueta vaquera desgastada y con parches que realmente lucía atractiva en él. YoonGi lo miraba apretando sus labios sin saber si al hablar me temblaría la voz. Jeon seguía modelándola frente a él.
Pero es que YoonGi había podido ver sus brazos perfectamente tatuados y musculosos cuando se retiró el jersey fino que llevaba para probarse la chaqueta. El simple tono vaquero resaltando su belleza.
-Estás guapo. -JungKook detuvo sus giros y poses para comprobar la comodidad de la chaqueta con aquellas palabras. Cuando sus ojos oscuros cayeron sobre el cuerpo del menor este estaba como un Tomatito y había bajado la mirada a un puesto cercano. -Voy a ver unas cosas, pero cómprala.
Había sido una excusa para huir, necesita relajar a su acelerado corazón. Jeon también necesitaba respirar, pero no lo haría. Pagó por la chaqueta, y cargándola en su hombro, se acercó al menor colocándose a su espalda sin que este lo notara.
YoonGi miraba unos ganchitos para el pelo, eran rosados y rojos en su metal y portaban arcoiris de plástico pegados con vivos colores brillantes en purpurina. Esas eran el tipo de cosas que le encantaban pero que nadie le regalaba, nadie tenía en cuenta que él las amaba.
-¿Me da el de la fresa y el del arcoiris? -La voz ronca a su espalda no asustó levemente sacando de su admiración a los ganchitos, se giró para encarar a JungKook cuando este pagó y recibió ambos ganchos.
El corazón de YoonGi latió desbocado cuando JungKook, con una sonrisa y mirada cálida brillante, le colocó los ganchos en su cabello apartando el flequillo negro de su frente.
