Sinopsis:
JungKook es un hombre de apariencia ruda y serio rostro. Co-dueño de una tienda de ropa retro junto a su mejor amigo de la adolescente Jimin.
YoonGi es un adolescente de apariencia adorable y rostro tierno. Dueño de una tienda de artículos...
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Kim TaeHyung era experto en muchas cosas; era bueno animando a la gente, contando anécdotas, era buen hijo, buen amigo, buen nieto, buen estudiante y buen trabajador...pero a su vez tenía un gran defecto, su hiperactividad le hacía desconcentrarse rápido de su objetivo principal.
Y eso era lo que le había pasado, tenía a YoonGi y JungKook a escasos diez pasos y para camuflarse entre la gente había fingido ver un puesto con pulseritas, collares y anillos. Lo había fingido han bien que al final de quedó embobado comprándose un conjunto de tres verde esperanza.
-Perdone. -Ansioso, por encontrar a su mejor amigo y su cita entre la multitud, chocó contra un cuerpo parado entre la gente. -¡Hey tú! -Gritó al levantarse de hacer una reverencia contra la persona que chocó, nada más y nada menos que Jimin. El mayor tomó con su mano el dedo que lo señalaba y tiró de él hasta posicionarse ambos tras un grupo de gente.
-Calla, ¿quieres que nos descubran? -Le preguntó molesto señalando él ahora a la pareja, no pareja, en el puesto de al lado.
-¿Tú también estás aquí para asegurarte de que Yoonnie no la caga? -Preguntó sorprendido TaeHyung, comenzando a caminar tras su mejor amigo y el tatuado. El otro tatuado, más bajito a su lado. -Bueno, eso sería absurdo, tú estarás aquí para evitar que Kook Hyung la cage supongo. -La auto conversación haciendo a Jimin mirarlo con los cejas fruncidas. -¿Has venido en tu coche o has hecho como yo y los has seguido con un taxi tipo persecución de película? -Con una confianza, que Park pesaba no tenían, Tae rodeó sus hombros estrechos mientras seguía hablando. -Si hubieras visto al taxista, me ha mirado más raro cuando le he gritado: "siga a ese coche". -El mayor lo miraba atónito, ese niño no callaba nunca. -Pero oye muy profesional siguiendolos, o debería decir poco porque no sabía si yo era un asesino o un secuestrados obsesionado con ellos y...
-Dios, ¿puedes callarte? -Le interrumpió pasando sus manos pos su rostro, Tae vio los tatuajes de sus brazos relucir en sus mulecas. -Me da dolor de cabeza.
-¿Otra vez te duele la cabeza Hyung? -Preguntó con un tierno puchero. -Deberías ir al médico a verte eso.
-Puedes, por favor... -Trató de hablar, viendo a los ojos del menor que era de su misma altura, para ser interrumpido por el mismo que tiró de él por su agarre en sus hombros.
-Mejor nos callamos para poder escuchar que dicen y así esperamos deje de dolerte la cabeza.
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