Pastelito ~ KookGi (Jeon JungKook~Min YoonGi)

Capítulo 8~Mayor de edad

El sol comenzaba a volver el cielo de color naranja y los pájaros cantaban como unos locos irrespetuosos con la gente que dormía como cualquier domingo en sus casas. YoonGi, por su parte, miraba avergonzado como TaeHyung se despedía de Jimin apoyados en el coche.

El castaño tenía su espalda reposada contra el maletero del coche y Jimin estaba sobre él, casi tumbándolo mientras se besaban con pasión y fuerza.

El aroma fuerte de un cigarrillo le hizo apartar la vista para fijarse en el chico alto a su lado y que esperaba a que su mejor amigo también terminara junto a la puerta del edificio donde vivía TaeHyung.

-Lo habría abandonado, pero duermo en su casa. -Susurró YoonGi, queriendo romper el silencio y arrugando por instinto su nariz ante el humo del cigarro que Jeon exhaló y por el viento llegó a su rostro.

-Perdón, ha sido el viento. -Educado JungKook se movió de lugar para cambiar la trayectoria del humo. -No fumas, verdad. -Más que pregunta fue una afirmación.

-Tengo diecisiete años. -Jeon levantó una ceja curioso.

-Eso no es excusa, estabas en un club donde sirven alcohol y tu mejor amigo está borracho. -Señaló lo obvio con una sonrisa.

-Tae ha cumplido los dieciocho. -Susurró, el más alto asintió. -¿Cuantos años tienes tú? -Preguntó con cautela, sinceramente temía asustarse.

-Acabo de cumplir los veintiséis. -YoonGi apretó sus labios hasta hacerlos desaparecer de forma tierna, Jeon dió una última calada a su cigarrillo cuando vio a su amigo terminar de besar al chico del cumpleaños de reojo. -¿Eso es un problema? -Cuestionó dando un paso más cerca del pequeño pastelito, YoonGi lo miró bajo sus pestañas. -Serás mayor de edad dentro de poco.

Esa simple declaración revoloteó el corazón dulce de Min. Llevaba toda la noche así por culpa de ese hombre sexy y educado que, pudiendo haberle besado así como lo hacían sus amigos, había sido respetuoso y solo había dado indirectas muy directas sobre sus sentimientos de atracción hacia él.

Su cuerpecito sintió un escalofrío de felicidad, porque estaba sintiendo que tenía una oportunidad. De forma juguetona y graciosa, tremendamente adorable para Jeon, dio un salto en su lugar hasta romper la distancia de sus cuerpos para aferrarse a la camiseta de algodón negra del chico a la altura de su vientre en lo que soltaba una aguda y alegre carcajada.

JungKook no pudo evitar reír también enternecido, viendo desde su altura el rostro del chico inclinado hacia arriba con ilusión y un brillo único en sus gatunos ojos.

-Vamos Yoon. -La voz de Tae les sacó de su ensoñación y vieron que el chico estaba solo a su lado abriendo la puerta de la escalera al edificio.

TaeHyung se despidió de JungKook con una leve reverencia y de Jimin, a la distancia y de nuevo, con su mano. YoonGi se alejó para despedirse de igual modo de Park antes de volver a ver a Jeon.

Tomando una última bocanada de aire y llenándose de valentía, se puso de puntillas y besó donde sus labios alcanzaron siendo esto la mandíbula marcada de JungKook.

Los amigos menores se marcharon hacia el interior del edificio abrazados uno al otro y JungKook, con una sonrisa boba en su cara, volvió hacia el coche donde tomó asiento de nuevo al lado del conductor y esta vez con Jimin en el de copiloto.

-Vamos, suéltalo. -Pidió Jimin viendo cómo su amigo apretaba el volante con fuerza y mordía su labio con la misma intensidad. -Lo estás deseando y no podrás conducir hasta decirlo; llevas horas conteniéndote.

Qué malo era conocerse.

Jeon JungKook pegó un grito, increíblemente y asombrosamente agudo, mientras pataleaba y movía sus manos hechas puños en el aire.

Así de bonito era como su pastelito le hacía sentir.