Pastelito ~ KookGi (Jeon JungKook~Min YoonGi)

Capítulo 11~Comerte

JungKook entró la mañana del sábado a la tienda frente a la suya, portaba otro poco de pastel en una caja y está vez era de crema de fresas ácidas.

-Yoonnie. -Lo llamó, el dueño se puso de pie tras la estantería donde recolocaba algunas cosas. Jeon casi muere de ternura cuando el menor tuvo que saltar para verlo.

-¡Hola Kookie! -Gritó en el segundo salto. - ¡Buenos días! -En el tercer saldo, JungKook río acercándose a él.

-Buenos días pastelito. -YoonGi se sonrojó pero sonrió amplio mostrando sus encías. De estaba acostumbrando a los sonrojos que Kook producía en él.

-Oh, ¿más pastel? -Cuestionó cuando vio la bolsa de cartón de la misma tienda de la cual Jeon ha le había llevado tres pasteles esa ssmana. -Creo que estoy entendiendo ya tus intenciones ocultas.

-¿Sí? -Preguntó con una sonrisa temblorosa.

-Quieres engordarme. -YoonGi arrugó su nariz pretendiendo parecer enfadado, sin embargo Jeon lo sintió tierno. Comestible.

-¿Para luego comerte? -Preguntó picarón, levantando una ceja coqueto. Esa extraña confianza se había estado creando entre ambos a lo largo de la semana y sus encuentros en la tienda del menor por las mañanas ya que Jdon era ahora el auto encargado de subir la persiana de la tienda y llevarle el desayuno al menor para luego compartirlo juntos.

-¡Kookie! -Se quejó golpeando su pecho duro. La manos de Min picaron por acariciar esa zona más detenidamente.

-Es broma. -Susurró viéndolo a los ojos. -Solo me gusta complacerte y este es un detalle menor de todo lo que haría por ti. -El corazoncito de YoonGi se sintió cálido.

-Gracias, eso es muy bonito. -El menor tomó la bolsa y camino, siendo seguido por el contrario, hacia el mostrador como cada mañana.

-Oye, Yoon. -Llamó su atención JungKook una vez estaban ambos sentados uno frente al otro y tomando el almuerzo. -¿Tienes planes para mañana? -El mayor no podía verlo a los ojos, si lo hacía creía que se iba a desmayar o cambiar de idea por la vergüenza. Pero es que la insistencia de TaeHyung el día anterior lo había animado a hacer esa locura.

-¿Mañana? -JungKook asintió. -¿Domingo? -YoonGi trataba de hacer a su corazón callar por lo acelerado que latía, presentía que Kook lo podría escuchar.

-Sí, mañana es domingo. -Rio Jeon leve.

-No, pensaba quedarme en casa. -Respondió viendo en su mente su adorada cama. JungKook comenzó a jugar a dar vueltas a la taza de café que compartían.

-¿Te gustaría...no sé...que quedáramos? -Subió su mirada, quería leer en la contraria que estaba pensando. -Me gustaría enseñarte un lugar. -Las mejillas de Min de sonrojaron aún más.

-¿Quedar tipo una salida de amigos o...?

-No, quedar tipo una cita. -Le interrumpió siendo claro. Algo en él preferís recibir un "no" sincero a tener que mentir o iniciar una relación de amistad que sabía no podría soportar. Porque JungKook había aceptado que era débil, débil solo por Min YoonGi, su pastelito. -¿Qué dices? -Ambos se veían directos a los ojos con ese sonrojo absurdo en sus rostros.

-Sí, me encantaría tener una cita contigo. -La gran sonrisa de gomita iluminó el corazón de Jeon que, irónicamente, se quedó bloqueado.

-¿En serio? -YoonGi asintió sin deshacer sus sonrisa. -Bien, pues, ¿me puedes dar tu número y así concretamos hora y a donde paso a recogerte?

-Claro. -JungKooke tendió su teléfono y YoonGi con dedos temblorosa marcó su número. Todo se sentía irreal y ansioso a la par de bonito y perfecto.

-Buenos días Kook Hyung. -La voz cantarina y ronca de Tae los hizo despertar cuando el menor le devolvió su móvil con el número agendado.

-Buenos días Tae. -Saludó con una leve sonrisa, una sincera y que se amplió cuando volvió a ver a su pastelito. -Pues te hablo en la tarde.

-Vale. -Susurró YoonGi diciéndole adiós con la mano cuando este se marchaba de su tienda.

-Hasta mañana. -Jeon se quedó unos segundos en la puerta mirándolo, era tan bonito ese niño.

-Hasta mañana. -Repitió YoonGi adorando esa bella sonrisa y esa impecable altura antes de que este marchase. Una vez ambos mejores amigos solos, Tae corrió al lado de YoonGi y lo obligó a levantarse sujetando sus mejillas y aplastándolas en el proceso.

-¿Sí? -Preguntó el castaño ilusionado, deseaba tanto que su plan hubiera funcionado.

-¡Sí! -Gritó YoonGi antes de que la tienda se llenara de gritos eufóricos y alegres mientras ambos daban saltos abrazados.

Esos gritos llegaron hasta la tienda de enfrente donde JungKook y Jimin se miraron para sonreirse, uno feliz por su amigo y otro emocionado por el día siguiente.