Pastelito ~ KookGi (Jeon JungKook~Min YoonGi)

Capítulo 20~Más yo

-¡¿Pero qué haces aquí?! -El grito de TaeHyung rebotó por toda la tienda de ropa vintage. Jimin, que hasta ese momento tenía una cara neutra dejando que el menor apretara y jugara con sus mejillas, arrugó por completo su rostro ante el grito repentino.

JungKook entró y dejó su chaqueta en su silla tras el mostrador antes de ver a su mejor amigo y el mejor amigo de su novio. Su ánimo había caído de golpe aquella mañana, después de un fin de semana idílico había quedado triste y preocupado por él mismo ser que hacía si corazón cálido y feliz.

-Yo había venido aquí para dejaros desayunar juntos y super romántico como siempre hacéis. -Se quejó de nuevo el menor, haciendo un profundo puchero.

-YoonGi está hablando con Hoseok. -TaeHyung, literalmente, perdió el equilibrio y Jimin llegó junto a él sosteniendo al menor de la cintura.

-¿Qué? -Susurró viendo a su Hyung totalmente confuso.

-Que Hoseok, su exnovio, estaba en la puerta de la tienda esperándolo y ahora están hablando... -Las palabras y explicación confusa, a la par de triste, de Jeon se vio interrumpida por el llanto repentino del menor.

-No, Hoseok le va a hacer llorar a mi gatito. -Dijo varias veces seguidas, entrando en un bucle que asustó a Jimin hasta el punto de buscar ayuda desesperada en su mejor amigo.

-Tae, Tae. -Le llamó varias veces Jeon hasta llegar a su lado y ofrecerle sus manos para que se sostuviera de ellas. -YoonGi está bien, él es fuerte, estoy seguro. -El menor asintió conteniendo su llanto repentino. -Y tú también vas a estar bien.

-Es que cuando Hoseok dejó a YoonGi para irse a la universidad fue muy malo con Yoon, le dijo cosas feas y Yoon lloró mucho y yo no sabía que hacer y... -Su respiración se volvió lenta de golpe, haciendo bajas su vista a sus pies y alejándose de ambos mayores. -No soy bueno ayudando a los demás.

-Sí lo eres. -La voz dulce de Jimin le hizo volver a elevar su rostro. -A mí me has ayudado mucho con mi dolor de cabeza. -TaeHyung quiso sonreír como siempre, pero finalmente solo salió una mueca hasta que volvió a ver al novio de su mejor amigo.

-Kook Hyung. -Este asintió, viendo de reojo a Jimin dudar una y otra vez si acercarse hasta abrazar al menor o no. -No te preocupes por nada, Yoonnie solo te quiere a ti.

JungKook sonrió de lado, agradecido con ese niño, queriendo creer en esas palabras. De hecho sabía que eran ciertas pero, a todos se nos remueven los sentimientos cuando vemos a nuestro exnovio y más si esta persona nos marcó de algún modo en nuestra vida.

YoonGi miraba a su exnovio desconfiado, confuso y sobretodo dolido. Era inevitable revivir ese daño que en su día le hizo cuando lo trató sin cuidado y respeto.

-Estás más bonito que nunca. -YoonGi arrugó sus cejas, estaba como siempre. Tal vez más feliz o vistiendo esos accesorios que él amaba y que Hoseok nunca le dejó llevar.

-¿Por qué has venido? -Preguntó, jugando con sus manos ansioso.

-Quiero recuperarte. -YoonGi lo vio frunciendo sus cejas y sintiendo el coraje irradiar en su ser.

-Yo ya no te quiero.

-¿Acaso me odias? -Inquirió dando un paso decidido hacia el menor.

-Tampoco, no pierdo mi tiempo en esas cosas; ya lo sabes. -La respuesta enmudeció a Hoseok que creía desde un inicio poder volver con él con solo llegar frente a él y murmurar un "lo siento". -Hoseok, me hiciste mucho daño cuando me dejaste al inscribirte en la universidad. -Inició llegando hasta la puerta de su local. -Quise pensar que no sentías todo lo que decías de mí, pero ahora agradezco que me llamaras inmaduro y raro. -Hoseok tragó saliva incómodo. -Gracias a eso me esforcé más en ser yo mismo, con mis rarezas e inmadurez. -La gran sonrisa de encías rosadas, que en su día fue para él, ahora estaba siendo dedicada a alguien más. -Ahora estoy con alguien que ama justo eso de mí.

-Pero YoonGi, ese tipo no es bueno, parece un delincuente y...

-Y me quiere como yo lo quiero a él. -Rebatió interrumpiéndolo y abriendo la puerta de cristal para él. -Vete Hoseok, por favor, no quiero saber nada de ti pero espero que consigas cosas buenas en tu vida. -El nombrado salió de la tienda con sus manos en sus bolsillos y el rostro serio fruncido; antes de marcharse encaró al menor una última vez.

-No me voy a rendir tan fácil.