Sinopsis:
JungKook es un hombre de apariencia ruda y serio rostro. Co-dueño de una tienda de ropa retro junto a su mejor amigo de la adolescente Jimin.
YoonGi es un adolescente de apariencia adorable y rostro tierno. Dueño de una tienda de artículos...
YoonGi y TaeHyung estaban reponiendo algunas estanterías de la tienda, el castaño no dejaba de burlarse del más bajito cuando lo veía ver "disimuladamente" hacia el escaparate de la acera de enfrente.
-Creo, como el hecho más cierto y veridico del mundo, que deberías ir allí y pedirle una cita al chico musculoso y tatuado. -Lo que YoonGi sostenía entre sus manos casi cae al suelo de los nervios que le entraron al escuchar aquello y plantearse hacerlo escasos dos segundos.
-Deja de decir tonterías, ni creo que sea gay. -Susurró sonrojado.
-Yo lo intentaría, no pierdes nada. -Tae lo dijo encogiéndose de hombros, YoonGi lo vio dudoso. -Invítalo a mi cumpleaños, no sería una cita directa y así podrías ver si es gay y si tienes oportunidad con él.
YoonGi apretó sus labios rosados hasta volverlos blancos. Amaba que Tae fuera hiperactivo y lanzado para todo, porque le anima a ser más espontáneo a él. Pero en estas ocasiones odiaba que tuviera ese poder positivo sobre él.
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Y ahí estaba Min YoonGi, arreglando su suéter azul cielo y su cabello azabache antes de pasar bálsamo rosado sobre sus finos labios y suspirar sintiendo su cuerpo completo temblar.
Sus pálidas manos empujaron la puerta del local recibiendo la atención de ambos dueños al instante, los chicos más mayores que él parecían estar recogiendo lo poco que había por medio para cerrar e irse a casa aquel viernes por la noche.
-Hola. -Saludó alegre Jimin viendo de reojo como, de nuevo, su amigo entraba en pánico.
-Buenas noches. -YoonGi hizo una reverencia. -Sé que ya es tarde, pero quería ver un regalo de cumpleaños. -Él mismo había cerrado su tienda antes de hora para poder ir, en su arrebato de valentía, a la tienda de ropa. -¿Puedo aún? -La sonrisa, tierna para YoonGi, pero macabra para JungKook, de Jimin fue espléndida.
-Yo tengo que irme porque tengo un compromiso, pero Kook puede ayudarte. -YoonGi asintió mostrando una leve sonrisa ladeada en lo que Jimin le guiñaba un ojo a Jeon y se marchaba sin más de la tienda.
JungKook tragó saliva preso del pánico cuando sus ojos hicieron contacto con los de YoonGi. El chico de cabello negro tenía un leve tono rosado en sus pálidas mejillas, Jeon carraspeó antes de hablar.
-¿Buscas algo en particular? -YoonGi se encogió de hombros demasiado adorable ante su vista.
-A Tae le gustan los trajes y ropas de los 80, el animal print y esas cosas. -Susurró dando un ligero vistazo a la tienda en lo que ponía su pie derecho de punta pie y daba círculos con él en el suelo. -Quiero que lo estrene en su cumpleaños el sábado.
-¿Podría gustarle algo así? -JungKook se tubo que forzar a ser profesional porque si seguía viendo moriría de ternura o le comería la boca, una de dos. Ambos se acercaron a una sección de la tienda donde Jeon me mostró algunas camisas con estampados de animal print. YoonGi asintió sonriente tratando de esconder la decepción de que Jeon le hubiera interrumpido cuando explicaba lo del cumpleaños. Pero aún no podía rendirse.
-Vamos a ir al Cat club, ¿crees que algo así sería adecuado? -Esa era su baza confiable. El Cat club era conocido como un pub LGTBI en la ciudad, si ese chico lo conocía tenía una ligera posibilidad de que fuera gay.
JungKook contuvo si sonrisa, su pastelito era gay. Podría ir allí el sábado, fingir una casualidad y averiguar si ese chico que trabajaba con él era su novio o no.
-Claro que sí, allí cada uno puede ir como quiera. -Murmuró sonriente. -Me dejan entrar a mí a pesar de mi look de delincuente. -Bromeó consiguiendo una tierna risita del menor que hizo latir su corazón con fuerza y burbujas estallar en su estómago.
-No tienes look de delincuente, solo de chico malo y en contra de lo establecido como normal. -Susurró tomando finalmente una camisa para su mejor amigo. Pero aquella afirmación consiguió enamorar más a Jeon.
-Tú pareces un pastelito. -Se le escapó, en un casi inaudible susurro que YoonGi logró escuchar.
-¿Qué? -Preguntó, JungKook comenzó a hiperventilar y balbucear cosas sin sentido, nada en particular.
Sujetó la camisa en las manos de YoonGi y fue hacia el mostrador para cobrarla y envolverla. El menor lo siguió en silencio y deseando no estar tan rojo como se sentía el calor en su rostro.
Una vez realizado todo aquello, el menor dispuesto a marcharse, porque debía hacerlo no porque quisiera. JungKook, ya más recuperado, volvió a hablar.
-Bueno, ya sabes que soy Kook, JungKook. -El menor asintió, el otro chico de la tienda ya lo había dicho varias veces. -¿Tú eres?
-YoonGi, puedes decirme Yoon.
-Buenas noches Yoon.
-Buenas noches Kook.
Nota: 🥺me muero de amor con estos dos, mañana más. Se viene la organización del plan y el mismo...al menos ya saben cómo se llaman sus Crush