• Capítulo siete •

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La cálida luz del sol y el melodioso cantar de las aves indicaban que ya había amanecido; exactamente eran las 10:17 de la mañana.

Usualmente era Axel quién despertaba primero, pero esta vez no fué así.
Saúl abrió suavemente sus ojos avellana, al inicio perdió su mirada en la pared pero en cuanto regresó en sí — en cuestión de segundos —, divisó en dónde estaba.

Su cabeza reposaba en el vientre desnudo del pelirrojo. Su mejilla derecha sentía el suave tacto y calidez de su blanquecina y hermosa piel. Era simplemente cómodo estar recostado encima de él.

Pero Slash no entendía porqué estaba ahí.
Se levantó agitado del cuerpo de Axel y se colocó a un lado.

Metió su mano en las sábanas y la bajó con lentitud hasta su intimidad, al llegar a la zona notó que estaba completamente desnudo.
Se llevó un sobresalto dando un pequeño brinco y abriendo los ojos completamente.

Pero fué casi instantáneo cuando recordó que había pasado la noche anterior.
Estaba dentro y dominado por su instinto animal, satisfaciendo y aliviando sus celos y del joven omega que yacía a su lado.

Entonces sonrió. Una hermosa sonrisa de media luna se dibujó en sus gruesos labios. ¿De verdad había besado a Axel?, ¿En serio ambos tuvieron un momento íntimo? Le encantó que la respuesta fuera una afirmativa.

Con mucho cuidado y tranquilidad se acercó nuevamente al cuerpo de Axel para abrazarlo.

Envolvió su curva cintura con ambos brazos, atrayendo aún más la anatomía del omega y se acurrucó ahí para dormir un poco más.

Se relajó profundamente, inhalando el riquísimo aroma de duraznos en la piel de Axel. Tanto así que el sueño le comenzó a ganar y sus ojos se cerraron tranquilamente hasta caer nuevamente en un sueño.

Pasaron otros 20 minutos cuando fué el menor quien despertó.

Miró confundido a Saúl al notar que este estaba acostado sobre él.
Al inicio de quiso levantar completamente asustado al darse cuenta de que su instinto lo segó por completo la noche anterior.
Pero de igual manera los recuerdos le llegaron casi instantáneamente y no se opuso al acto.

Sonrió hermosamente y sin dejar a de mirara al moreno, comenzó a acariciar sus rizos y jugar con ellos.

Miró atentamente lo cómodo y plácido que se encontraba el alfa estando ahí dormido. Y esque jamás se había tomado el tiempo de mirarlo al descansar, era jodidamente hermoso.

Pero luego se puso a pensar un poco.

“¿Por qué Slash se fijaría en alguien como yo? No soy la gran cosa, no soy tan lindo o tan importante, no valgo la pena” -Pensó triste y un poco desilucionado. La gente le había echo tanto daño que ahora le era imposible ver sus virtudes y la belleza que transmitía.

Se empezó a sentir muy mal y de sus poros comenzaron a brotar esas amargas feromonas que indicaban su fuerte estado de ánimo, algo que hizo despertar al mayor.

Abrió sus ojos de golpe y levantó tímidamente su mirada, encontrándose con una triste imagen de Axel secando sus lágrimas y con los labios conteniendo un sollozo.

- ¿Que sucede, cariño? -Preguntó con una voz ronca que hizo voltear al pelirrojo, quién solo tomó una almohada de la cama y la colocó tiernamente en su cara para ocultar su deprimente expresión. - ¿Que tienes?

- Nada. -Dijo con lo que Saúl sabía, era un puchero hermoso.

- ¿Ah sí? -Se levantó brevemente para acercarse a su rostro y quitar con suavidad la almohada, Axel solo apartó su mirada. - ¿Por qué estás llorando?

 ❝19 / 10❞ ; ❲𝐒𝐥𝐚𝐱𝐥❳ ִֶָDonde viven las historias. Descúbrelo ahora