• Capitulo Dos •

975 70 115
                                    

Después de aquel momento en el que se confirmó la paternidad de Axel y Saúl, el pelirrojo sentía que había perdido la noción del tiempo al tener que hacer tantas cosas y estar de un lado para el otro.

Pues Izzy se empezó a comportar muy sobreprotector con él. No le permitía comer ciertas cosas y había otras que debía consumir con frecuencia gracias a la dieta que Izzy le mandó a diseñar especialmente para él.

Además de que ha tenido que ir con más frecuencia al hospital para la realización de estudios rutinarios y que le darían seguimiento a su embarazo, asegurándose que todo estuviera bien y en perfectas condiciones, eso claro, a exigencia del beta pelinegro.

Así que sin darse cuenta, ya habían pasado otras dos semanas, semanas en las que estuvo pensando mucho en cómo decirle de esto a sus padres.

Así que hoy era el día.

El pelirrojo se encontraba muy nervioso pero sumamente decidido.

Y apresar de ya haber hecho las pases con su padre, de todos modos no pensaba esperar nada de él, ni siquiera una felicitación o mínimo una mirada.

Habían pasado tantos años en los que Axel se vió sometido a su indiferencia y desprecio que ahora su interés le parecía irrelevante. De todos modos, no iba a buscar sus palabras por aprobación, solamente para cumplir con su responsabilidad cómo hijo de anunciarles un momento cómo éste.

Ya estaba frente la casa de una tía por parte de su madre, la cual cuidaba de Richard y Olivia.

Tocó a la puerta con nerviosismo mientras con la otra apretaba un tanto fuerte la pequeña bolsa de cosas que llevaba para sus padres.

── Oh, hola hijo. Que bueno que llegas, ¿Cómo estás? ─Dijo amablemente la mujer, recibiendo al omega con un beso en la mejilla y dejándolo pasar.

── M-muy bien, gracias tía. ─Sonrió con nerviosismo.

── Eso veo, hijo. Te noto mejor que antes, ya no luces tan enfermo. ─Dijo mientras acariciaba breve su cabello, sintiéndose alegre de ver más saludable a su sobrino. ── Bueno, ven cariño, vamos al cuarto de tus papás.

── Si tía, gracias. ─Le regaló un gesto lindo y la siguió hasta la habitación dónde se encontraba Richard y Olivia.

── Mi amor, por fin llegas. ─Exclamó alegre la omega al ver entrar a su hijo por la puerta.

── Hola mamá, hola papá. ¿Cómo están? ─Saludó mientras se sentaba en un pequeño sofá frente a la cama.

Ambos padres lo saludaron felices de verlo nuevamente.

Después simplemente charlaron sobre la salud de los mayores, sobre los enormes dolores que sentían de vez en cuando y lo difícil que era sobre llevar eso.

Sin embargo, siempre le preguntaban por Saúl aunque la respuesta fuera la misma, y no había día en el que no le expresaran la gratitud que sentían con el alfa por cuidar de Axel y por haberlo salvado.

── Cariño, ¿Vas a quedarte a cenar? ─Preguntó su tía después de un rato, interviniendo en la conversación con sutileza.

── Bueno, no lo sé. Esque debo volver al hospital por unos estudios... y... ─Comenzó a jugar con sus manos mientras movía su pierna de abajo hacia arriba. ── También venía a contarles de algo.

Le hizo un gesto hacia la mujer para que se acercara, también le interesaba que ella lo supiera.

── ¿Estudios de qué, hijo? ¿Estás bien, pasa algo? ─Preguntó Olivia preocupada.

 ❝19 / 10❞ ; ❲𝐒𝐥𝐚𝐱𝐥❳ ִֶָDonde viven las historias. Descúbrelo ahora