• Capítulo once •

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Los dos estaban muy cansados, extremadamente agotados. Y por eso mismo estaban durmiendo demasiado bien, sin importar que ya pasaba de las 2 de la tarde.

Axel estaba acostado boca abajo tranquilamente, pero despertó debido a un zumbido en su oído, molesto y sin abrir sus ojos aún, sacudió su mano cerca del canal auditivo para ahuyentar lo qué sea que estuviera sonando. Sin embargo su mano se topó con algo un poco más grande.

Finalmente abrió sus orbes claros para ver qué era. Dió un salto al mirar una de las serpientes de Slash, mirándolo fijamente y haciendo nuevamente el zumbido con su larga y fina lengua.

A pesar de que se asustó, volvió de nuevo a su lugar.

- Hola, bonita...-Susurró acariciando con el dedo índice el costado de la cara del reptil. - Eres Nagini, no? Creo que sí...eres la más grande.

El animalito se acercó a él y se enredó en sí mismo, bastante cerca del pecho de Axel, quién lo aceptó tiernamente.

A él le daban bastante miedo las serpientes, y debía admitir que quizás las consideró su mayor fobia.
Pero ahora no sabía cómo ni porqué se había encariñado mucho de las mascotas de Slash.

Le dió mucha ternura ver a la serpiente acostada con él, destilando confianza.
Tuvo muchas ganas hasta de cobijarla y abrazarla, pero sabía que podía serle incómodo.

Nuevamente escuchó ese peculiar sonido, pero del otro lado de la cama, intentó voltear pero el dolor de espalda no se lo permitió.

- ¡Ay, Nagini, vete de aquí! -Exclamó Slash, sentándose en la cama. Estaba tan profundamente dormido que reaccionó sólo por inercia, ni siquiera abría bien los ojos.

- Ella está aquí...-Respondió Axel.

- Oh...-Talló sus ojos para intentar estar más conciente. Volteó y miró a Axel, recostado, acariciando tierno a la serpiente. Sonrió y se acercó al pelirrojo, abrazándolo por su cintura y recargando el mentón en su hombro. - Creí que te daban miedo...

- Antes sí, me daban horror... ¿Por qué pensaste que era Nagini sin verla?

- Esque cuándo se escapan de su habitación, ella es la única que va conmigo a dormir, y las otras dos prefieren ir a robar comida en la cocina. Pero mira, creo que te quiere más a tí, prefirió quedarse contigo.

- ¿Estás celoso?

- Mmm, sí. Definitivamente estoy celoso. -Sonrió, luego besando su cuello. - Y entonces, la otra que está aquí es...

Volteó y miró a Alexa enrollada en su almohada.
La cargó con un sólo brazo y la acercó a él.

- ¿Si tenemos hijos será necesario deshacernos de ellas? -Preguntó triste el alfa.

- Y dale con el tema de unos bebés. -Rió burlón. - Y no, si algún día los tuviéramos, no vamos a dejar a las serpientes. Son mascotas, por lo tanto familia...

- Oww, está bien. Porque la verdad, extrañaría mucho a mis niñas.

- Lo sé, por eso no dejaría que las abandones. -Slash besó su mejilla ante eso. - ¡Hablando de bebés! ¿Y los supresores?

- N-no sé, deben estar por aquí...ahorita te los doy.

- Está bien.

- Vamos a comer, ¿Tienes hambre?

- Si, algo. Pero prefería dormir, me duele todo y estoy bastante cansado.

- ¿Te ayudo? -Preguntó riendo mientras se levantaba de la cama, se colocó rápido sus bóxers y fué hasta el lado de la cama de Axel.

 ❝19 / 10❞ ; ❲𝐒𝐥𝐚𝐱𝐥❳ ִֶָDonde viven las historias. Descúbrelo ahora