Capítulo 11

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Había pasado una semana de aquella jodida paliza, ni mencionar que después que dejó inconciente a la pequeña no se aguanto y tocó cada parte de su pequeño ser, la follo hasta no poder más y la marco más veces de lo que antes la había hecho.
Ahora sus palmas estarán marcadas en ambas nalgas por más de una semana.

En este instante se encontraba encadenada de pies a manos, sin nada encima solo costras de sangre y lo que parecían rastros de fluidos del chico. Llevaba toda esa semana sin probar bocado, sin poder moverse un centímetro gracias a las pequeñas cadenas que la aprestaban, estaba alucinando ya que al no recibir luz en muchos días la había atorpecido y vuelto un poco esquizofrénica.

El pálido en la sala permanecía atento a su portátil, revisando los acuerdos de su vuelo, el mismo que se llevaría acabo esa misma tarde. Tomó un ligero trago a su vodka y siguió en lo suyo, cuando una sirvienta se acercó.

-Señor Min, su maleta esta lista al igual que el chofer que lo llevará al aeropuerto.

-Esta perfecto, ¿Todo está en el auto?

Cerro la portátil y miro a la ama de llaves.

-Si señor Min. Todo está listo y en orden.

-Entonces me voy, cuida la casa.

Iba a darse la vuelta por el pasillo cuando la señora lo interrumpio.

-Quiere que cuide a...

-Cuide a Holly, solo a Holly.

La interrupio al instante.

Sin más se alejo para salir de la casa solo con la portátil...

Aquella sirvienta suspiro al ver a su jefe de hace ya años subir al Mercedes negro de pasajero.

Pero la sirvienta no contaba que al desaparecer aquel auto otras tres camionetas llegaran a la puerta intentando escabullirse por la gran mansión.

-De verdad jóvenes no puedo dejar que entren a la casa sin autorización, del joven Min, menos si el no los espera o no está presente.

Dijo la señora intentando sacarlos al empujar la puerta.
Pero no contaba que uno de ellos sacará una pistola de sub traje y la encañonara en la barbilla, asustando la al instante.

-¿Decía?

Pregunto con su ceño fruncido aquel chico de mirada amenazante.

-Calmate Tae.

Tomo su brazo Namjoon para que dejara de apuntar a la inocente mujer y bajara el arma.

-Ella no va a intrevenir ¿Verdad?

Solo pudo tragar el nudo en su garganta.

-Ella es cómplice de aquella sanguijuela y si a ella le pasa algo los primeros cesos en volar serán los suyo señora.

Paso de largo guardando el arma de nuevo en su espalda.

No espero y subió por las escaleras, al estar en el pasillo puedo ver pequeñas muestras de que alguien chorreando de sangre había sido arrastrado, la sangre no está bien limpiada. Ya que al ser el alfombrado obscuro se notaba que lo habían tallando con fuerza, no fue necesario abrir puerta por puerta conocía demasiado bien a Yoongi, había pasado mucho tiempo a su lado para no saber que hacia y que no.

Se detuvo en la puerta y tomó la perilla en ese instante un escalofrío lo recorrió entero, sin más giro el picaporte.

La habitación estaba obscura en su totalidad, al instante creyó que se la había llevado a su viaje de contrabando pero al escuchar un pequeño gritito al otro lado de la habitación se dio cuanta que no era así.

La Niña Del Mafioso «Min Yoon Gi»  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora