—¿Cómo que no sabes qué es exactamente lo que te sucede?—repitió Satsuki con un leve tono de indignación mientras colocaba en su funda la Katana antes utilizada
Ryuko mantendría a flote su pequeña preocupación luego de guardar su Tijera, mientras volteaba hacia otro lado, ahora con una pequeña pena además—Es la verdad Satsuki... y lamento que sea así, perdóname si te hice recorrer cientos de kilómetros por una razón tan estúpida...—terminaría por apretar con algo de fuerza sus puños, en espera de un sermón de una Satsuki casi amenezante
La mayor al final liberó un suspiro calmando su seriedad, mientras miraba a su hermana menor con neutralidad—Si se trata de mi hermana menor, incluso una razón así jamás lo será... si te sirve de algo, vayamos a tu departamento a descansar, ya desempaqué mis cosas allá, además me debes una explicación, ¿en dónde rayos estabas metida?—
Al comenzar a caminar con dirección a su hogar, la chica menor comenzó a pensar en el acto<<Maldita sea, es verdad... dejé mi portafolio en el departamento de Peter... y si voy a clase sin mis libretas recibiré otro sermón del Dr. Connors... o aún peor, de todos los maestros en la preparatoria>>
En respuesta inmediata a su pensamiento, la menor detendría su paso, dejando consternada a Satsuki, quién se había detenido y volteado después.
—P-perdón Satsuki... te explicaré más tarde, acabo de acordarme que dejé algo pendiente antes de venir, nos vemos en mi departamento—en eso alzaría su guante rojo, activándolo para así dar un gran salto hacia un tejado, levantando ráfagas de aire algo fuertes
Recibiendo parte de la corriente fuerte, la chica restante sacudiría su ropa al caerle algo de polvo, mientras emprendía paso rápido de regreso fuera del lugar con tal de conseguir un transporte, murmurando para sí misma—Ay Ryuko Matoi, quién te entendería...—
Ryuko volvería a brincar y correr entre edificios y tejados, tomando su rumbo de regreso a Queens, con la esperanza de no ser atrapada en la casa del castaño por él mismo o por su tía, hecho que se volvería realidad al toparse la ventana abierta de dónde tanto Peter como ella habían salido. Procurando ser lo más silenciosa posible, sus tacones aterrizaron en el marco de la ventana con seguridad para entrar a la habitación, al posicionar sus pies en el suelo, observaría evidentemente su portafolio en el escritorio con los pocos materiales suyos, al tomarlo todo, también dejaría una pequeña nota al castaño, lo haría bajo su propia creencia de evitar levantar sospechas sobre su "secreto" deber como heroína. Con el portafolio en mano saltaría por la ventana, llendo velozmente a su departamento hacia el barrio de Long Island City, no muy lejos de Queens. Al acercarse a su hogar, por casualidad Satsuki ya se encontraba ahí, abriendo la ventana; detalle que Ryuko no dejaría pasar de largo, sorprendiéndola al aterrizar de la misma manera.
La mayor caería de espaldas llevándose un susto, para así levantarse con poca molestia—M-maldición Ryuko, no vuelvas a asustarme de esa manera... y si lo haces, te dejaré moribunda—
—Oh vamos Kiryuin Satsuki, ¿te tragas cualquier amenaza excepto un pequeño susto?, qué bajo has caído, eso fue gracioso—al sentarse en el marco, se cruzaría de brazos con burla y vacilación
—No lo fue, hiciste que Satsuki recorriera todo un viaje con tal de verte y así se lo pagas, enserio se preocupa por ti—Senketsu replicó con su clásico tono serio, mirando de la misma manera a su portadora
—Por lo menos Senketsu entiende mi sentimiento, no cómo tú—comentó en acuerdo, mientras se sentaba en el sofá principal de la sala
De todas las personas que eran incapaces de escuchar al uniforme de la menor, solo Satsuki podía escucharlo luego de la derrota de Ragyo, debido a que en eventos inferiores al viaje de Ryuko hacia Nueva York, la mayor lo había vestido con el propósito de liberar a Ryuko de un lavado de cerebro con la prenda divina Junketsu, mismo que ya no existía más por un necesario patchwork; más que una conexión cualquiera entre Satsuki y Senketsu, era la suficiente cómo para oír sus palabras.
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La Fibra Viva del Destino
Любовные романыDurante muchas generaciones de nipones en el mundo, mucho se a hablado sobre una leyenda o cuento llamado "el hilo rojo del destino" la cual también se conoce como las llamadas "almas gemelas" "Un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están...