Durante muchas generaciones de nipones en el mundo, mucho se a hablado sobre una leyenda o cuento llamado "el hilo rojo del destino" la cual también se conoce como las llamadas "almas gemelas"
"Un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están...
El castaño habría llegado hace poco más de 5 minutos al lugar acordado por su pareja junto a una banca en Central Park; Peter, al contarle sobre la cita a su tía May, ella totalmente emocionada comenzaría a ayudarlo con su atuendo actual, además de darle un poco de dinero para que, según ella, pudiera comprarle un ramo de flores en lo que Ryuko tardaba en llegar al punto acordado. Peter llevaba consigo un pantalón de mezclilla color negro, junto a una camisa abotonada blanca y de rayas grises, acompañado de un saco color marrón.
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Pensaría detenidamente, mientras veía su atuendo<<Tía May... ésta vez si que trataste de lucirte conmigo, y pensar que ella ayudó a arreglarme para el baile de bienvenida de hace tiempo... sólo espero no sea muy exagerado y que le guste a ella>>Revisaría las bolsas de su pantalón-¿Eh? No inventes... ¿DÓNDE ESTÁ? M-Maldita sea... no traje el dinero que May me dio para las rosas... y sólo tengo 30 dólares...-Susurró totalmente avergonzado y preocupado
Con una voz tímida y nerviosa, llamaría la atención del castaño-L-Lamento mucho... la tardanza, Peter... ¿te hice esperar demasiado?-
Al voltear, Peter se encontraría con Ryuko, sin embargo, su apariencia y aura eran completamente distintas a cómo él estaba acostumbrado a verla; ella llevaba un vestido corto y casual de color blanco, acompañado de una chaqueta cazadora, y de sus característicos tenis blancos, también llevaba consigo una pequeña bolsa que colgaba en su hombro, además de que el castaño notaria que el peinado de la azabache estaba arreglado, teniendo una tierna coleta por detrás.
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Junto a un leve sonrojo y manteniendo su voz tímida, hablaria-¿M-Me... me veo bien? N-No soy mucho de arreglarme... tampoco soy buena en eso como te habrás dado cuenta desde que nos conocimos... pero quise darte una buena impresión éste día, ya que... es nuestra primera cita-Miraría fijamente al contrario, mientras poco a poco se acercaba a él
-P-Por s-supuesto que te ves bien, de hecho... te ves muy... muy hermosa, aunque... siendo sincero, da igual qué es lo que te pongas, para mí... siempre serás hermosa, Ryuko-chan-Dijo acompañado de un sonrojo notorio, también acortando distancia con la azabache
