Makanshoku, Mako
Academia Honnouji
8:00 amLa pelicafé, como le era costumbre, todos los días desde temprano se dedicaba fervientemente a ir a la Academia Honnouji, sin embargo, hoy se estaría levantando a ésta hora debido a su ligera torpeza de no poner la alarma correctamente, por lo que, no corta ni perezosa, saltó de su cama procediendo a vestirse con rapidez, terminando de colocarse su característico uniforme, saldría de su habitación directo hacia el baño, topandose de esa forma con su hermano menor, de nombre Matarou, a quien dedicó unos segundos para regañarlo por no haber ido a la escuela.
—¡MALDITA SEA, MATAROU, SIEMPRE ES LO MISMO CONTIGO! Vístete rápido y ve a la escuela de una vez—Tomaría su cepillo de dientes, comenzando a balbucear más de su sermón conforme se cepillaba los dientes
—Agh... Ni de chiste iré a la escuela, es aburrida y no pasa nada interesante... pero no te preocupes, tal vez vaya mañana... ¿M-Mako?—Buscaría con su mirada a la pelicafé
Mako Makanshoku, la chica de la Academia Honnouji a la que todos tachaban de torpe, sin embargo, podrían decir todo lo que quieran de ella, su actitud enérgica e inocente le impediría ver los insultos o malas vibras dirigidas hacia ella. Las clases se volvían menos aburridas, gracias a su intervención en dichas clases, llegando a imitar a personajes históricos con su mímica tan útil u ofreciéndose a probar los diversos experimentos de ciencia que la Academia realizaba. Ella era, por así decirlo, el alma de la escuela entera, incluso siendo de vital importancia ante la misma presidenta del comité estudiantil, Satsuki Kiryuin, y siendo nombrada como parte del comité gracias al apoyo de los Cuatro de Élite de la Academia Honnouji. Hoy parecía ser un día normal, un día común y corriente para todos en la Academia, hasta que la pelicafé llega de sorpresa mientras todo el mundo trata de poner su atención total sin dormirse al profesor de historia, Aikuro Mikisugi.
Con una apariencia un poco deplorable, unos lentes de sol y algo desarreglado, el peliazul hablaría sin tanta emoción aparente—Makanshoku-kun... otra vez llegaste tarde a la clase... corres un poco de riesgo de reprobar si sigues con esa rutina, que no se vuelva a repetir ¿quedó claro?—
—¡S-SI, MIKISUGI-SENSEI, daré lo mejor de mí, cueste lo que cueste!—Saludaría a modo militar, mientras colocaba su puño en su pecho a modo de juramento
—Está bien... continuemos... hay que tomar en cuenta que Hitler le declaró la guerra al mundo, una vez tomó control e impuso su propio imperio en su propio país, Alemania... de esa forma expandiendo su imperio nazi de forma estratégica... podría decirse que lo mismo ocurrió aquí, pero de diferente manera... claro, Kiryuin Ragyo no se compara con Hitler, principalmente porque ella falló en su intento de conquista—Reiría levemente al decir lo último, algo que el alumnado de la clase imitó
—Ella fue derrotada con puño de hierro completito, incluso en la cárcel está pudriéndose como se lo merece ¡viva Honnouji!—Haría una señal de paz con ambas manos hacia sus compañeros
Aikuro, al ver que el resto de la clase le seguía la corriente a la pelicafé, sintió alivio y felicidad por ella, debido a que antes nadie le hacía caso, tal vez porque no le tomaban importancia o le hacían caso omiso, o incluso por simple miedo de que fueran suspendidos o expulsados por el comité disciplinario de la Academia Honnouji, el cual demandaba anteriormente, un silencio total a la hora de ser impartida la clase de cualquier profesor. Al dar por terminada la clase, el peliazul se dirigiría hacia la oficina de Satsuki, en lo más alto de la torre de la Academia, pero como la azabache no se encontraba, sólo la Élite tenía acceso a la oficina, además de Aikuro, Mako y el resto de los miembros del comité estudiantil.
Mikisugi, Aikuro
10:00 amAl ver la puerta abrirse, saludaría un poco flojo—Oh... hola Uzu-kun... ¿me podrían permitir hablar con todos ustedes... seriamente?—
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La Fibra Viva del Destino
RomansaDurante muchas generaciones de nipones en el mundo, mucho se a hablado sobre una leyenda o cuento llamado "el hilo rojo del destino" la cual también se conoce como las llamadas "almas gemelas" "Un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están...