Muchas cosas habían pasado en el transcurso de esos meses. Varios ataques de villanos, examen tras examen, problemas personales y demás cosas.
Pero una de las cosas más impresionantes, era ver como Mirio había logrado recuperar su quirk con ayuda de la pequeña Eri un par de meses antes de la graduación.Ponerse a la par de sus compañeros no fue fácil para el joven, pero de nuevo, ese sueño suyo de ser el héroe que salve a más de un millón de personas, lo ayudaba a seguir por más difícil se fuera la situación.
Mientras tanto, Tamaki se presentaba orgulloso a recibir aquel título que lo proclamaba héroe. Había conseguido ese sueño que desde hace años había querido lograr, consiguió ser el primer héroe de jerarquía gamma dentro de la sociedad y no podía estar más orgulloso de ello.En la graduación se encontraban los otros años y clases también, podía observar a sus padres mirándolo desde los asientos, podía ver a Kirishima mirándolo con orgullo.
Por su mente pasaron todas las situaciones a las que debió enfrentarse para llegar a donde estaba, sus ojos llenándose de lágrimas en el proceso.Dios, no podía creerlo, realmente lo había logrado.
Se pasó el dorso de su mano para secarse las lágrimas, sosteniendo aquel título entre sus manos temblorosas para hacer una reverencia y retirarse a los asientos. Ahí Nejire lo recibió con un gran abrazo, al cual, poco después se unió también Mirio, ambos igual de orgullosos por el chico.
—¡Soy amiga del primer héroe gamma! ¡Wah, Tamaki eres genial! —exclamó la peliceleste con alegría, tomando las manos del azabache mientras le sonreía—. Yo sabía que podías hacerlo, nosotros lo sabíamos.
Sus ojos volvieron a cristalizarse, terminando por bajar la mirada y abrazando con timidez a la chica, quien no dudó ni un segundo en corresponder dando ligeras caricias en su espalda.
No lo detenían por llorar, no eran lágrimas de tristeza, eran de la más pura felicidad que alguna vez pudo sentir, estaba feliz de ver el fruto de su esfuerzo por más increíble que pareciera ante sus ojos.Una vez suneater pudo separarse de la contraria, se encontró de frente con su alfa, quien lo miraba con orgullo y una felicidad tan radiante que juraba le hacía competencia al sol.
—También estoy orgulloso de ti bebé. ¿Ves? Te dije que podías hacerlo —tomó ambas manos de su pareja, mirándolo con cariño y una suave sonrisa en sus labios. Para el Amajiki esas palabras eran preciadas, las personas más queridas para él estaban orgullosos por su logro, pero la mejor parte, era que él mismo también estaba orgulloso de eso.
—Lo sé, ahora puedo verlo mejor —se atrevió a hablar por fin, levantando la cabeza para encontrar miradas con el más alto—. También estoy orgulloso de ti, de mi, de nosotros en realidad... Somos héroes reales, por fin.
Mirio sonrió aún más radiante si es que eso era posible.
—Si, por fin lo somos. Conseguimos nuestros sueños.
Antes de poder añadir algo más, Hadou llegó con ellos para tomarlos a ambos de los brazos, sonriendo con esa alegría característica de ella.
—¡Hey, chicos! Hay que tomar algunas fotos para recordar esto. ¡Vamos, vamos! —entonces comenzó a caminar sujetando a ambos. Los dos chicos por su parte sólo se miraron soltando una risita, no podían negarse.
Al salir del edificio, los primeros en interceptarlos fueron los chicos de la anterior clase de 1-A, quienes al verlos no esperaron ni un segundo para ir a con sus mayores.
—¡Amajiki-senpai! ¡Felicidades por su graduación! —exclamó Eijiro al pararse frente al gamma, este solo sonrió tímido, agradeciendo en voz baja a aquel alfa de cabello rojizo. Lo consideraba como un hermano menor realmente.
—G-gracias, Kirishima —por un momento quiso ocultarse en la pared más cercana—. Tu también esfuerzate, se que serás un gran héroe en un futuro.
El menor sonrió en grande, gritando un "¡Eso haré!" Con todas sus fuerzas.
Uraraka y Tsuyu mientras tanto se encontraban hablando emocionadas con la ahora heroína de los tres grandes. La mayor agradeciendo a las felicitaciones, a la vez que volvía a sacar más temas de conversación. Estaba feliz de poder compartir también un momento con las que consideraba amigas.
—¿Esfuercense si? Quiero trabajar junto a ustedes en el futuro —animó mirando a ambas—. Así como un equipo.
Midoriya llevaba a Eri de la mano mientras ambos felicitaban a Togata por haberse graduado. Aquel omega aspirante a héroe, viéndolo aún más orgulloso de por sí al saber todo lo que el rubio había tenido que pasar para poder graduarse. Perder su quirk, eso no debió ser fácil.
—¡Tu también serás un gran héroe en el futuro, Midoriya! —despeinó los cabellos del más bajo con una sonrisa—. ¡Estoy muy seguro de eso!
Al peliverde le brillaron los ojos, haciendo una reverencia en agradecimiento.
Eri por su parte miraba todo aquello con ojos curiosos, quizá, en un futuro podría volverse una heroína también. Proteger la sonrisa de otros niños como ella, eso sonaba asombroso.Y fue así, entre pláticas, fotos y algunas lágrimas, que los tres grandes dijeron adiós a la U.A, aquella que fue casi como su hogar por tres largos años.
Le dijeron adiós a su escuela, para decirle hola al mundo de los héroes del exterior.
Si, ahora podían decirlo. Son héroes profesionales.
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Serendipia || MiriTama
FanfictionTamaki Amajiki es un gamma muy inseguro. Mirio Togata es el alfa perfecto. Ambos son predestinados, además de haber empezado a salir en su segundo año en la U.A. La sociedad no los mira con buenos ojos, pero ellos eran felices, ¿Qué importa lo demá...