Serendipia || MiriTama

20: Departamento

Si bien era algo que llevaban planeando desde incluso años atrás, era extraño estarlo realizando.
Sacar las cosas de su hogar para pasarlos al auto que lo llevaría a su departamento, seguía viéndose irreal.

Despedirse de sus padres mientras tomaba sus maletas y se dirigía a su nuevo hogar, seguía viéndose como una extraña fantasía de la que pronto iba a despertar. Si, era un sueño hecho realidad poder vivir junto a su alma gemela, pero, ver como aquel sueño se estaba cumpliendo, seguía siendo algo enorme para el Amajiki.

Es decir, ¡Por Dios! Había cumplido su sueño de ser un héroe y ahora otro de sus sueños estaba a tan sólo horas de poder cumplirse. ¿Podía considerarse un afortunado? Oh, claro que podía.

El viaje no fue tan largo, a lo máximo unas 3 horas para llegar a la zona central de Tokio. Una vez ahí bajó todas sus cosas, dejándole cierta propina al chófer a manera de agradecimiento.
Fue con ayuda de su quirk que pudo llevar todas las maletas de una, tenía pereza de hacer más de un viaje sólo para poder subir con todo.

Al estar frente a la puerta tomó aire, insertando la llave para poder abrirla. Cerró los ojos antes de empujarla y por fin ingresar a aquel sitio.

Aunque, nunca esperó que alguien fuera a lanzarse sobre el nada más poner un pie en el interior de su hogar.

—¡Tamaki! —claro, reconocería esa voz en cualquier lugar. Su cuerpo se relajó de manera casi inmediata, abriendo los ojos para ver a quien sabía se trataba de Mirio—. ¿Fue todo bien en el viaje?

El azabache no pudo hacer otra cosa que soltar una risita, incorporándose un poco en su sitio, provocando que el alfa quedase sentado sobre su regazo.

—Estuvo todo bien, aunque me sorprendió que llegaras aquí antes —confesó, acunando entre sus manos el rostro del contrario, sólo para depositar un dulce beso sobre su nariz. Le dedicó una sonrisa; Mirio estuvo al borde del colapso cuando la vio.

Con el tiempo, el gamma había logrado tener más confianza en sí mismo. Gracias a esto podía hacer más cosas sin echarse para atrás a mitad de ellas, la posición en la que estaban, sus actos y manera de hablar, delataban está cuestión.

Y bueno, el alfa no iba a negar que esa actitud de su pareja le resultaba agradable.

—Claro que iba a llegar temprano, ¿Por quien me tomas? —hizo un puchero, haciéndose el ofendido. Sin embargo terminó sin poder aguantarse la risa, no podía estar enojado con él, ¿A quien quería engañar?—. Quería pasar tiempo contigo antes de irnos a trabajar, ¡Es una buena excusa!

Si, el de menor jerarquía no podía negar que era una excelente excusa.
Este mismo sonrió, pidiéndole en voz baja a su contrario que por favor se bajara; tenía que recoger sus maletas, pero la verdad, pasar más tiempo junto a su pareja resultaba mucho más tentador que acomodar prendas en un armario.

El Togata cumplió su petición, bajandose de su regazo y tendiendole una mano para ayudarle a levantarse.

Sin duda de no ser por que los dos estaban casi ahogados en supresores, la habitación ya estaría llena de la combinación entre los aromas del alfa y el gamma. Supresores que ambos odiaban por igual al no poder sentir el aroma tan agradable de su pareja, pero eran cosas del trabajo, no podían hacer nada contra las reglas.

—Tengo una idea, ¿Qué tal si vamos a nuestra habitación y nos damos una maratón de alguna serie? Puede ser incluso sólo para criticar, cualquier opción es buena —asintió lemillion con completa seguridad.

El más pequeño soltó una risita ante la idea, pero no dudó en aceptar, tomando delicadamente su mano: —. Claro, siempre y cuando no sea ninguna película demasiado mala.

—No te preocupes por eso, tampoco soy tan así —se defendió el otro de inmediato, antes de mostrar una de sus típicas sonrisas, comenzando a andar de la mano con su pareja hacia la habitación, ambos dispuestos a llevar a cabo tal plan.

Ambos sabían que uno de los dos iba a terminar durmiendose a mitad de las películas o a mitad de la serie, pero querían pasar tiempo juntos en su nuevo hogar antes de volver a la acción.

Pero aunque el alfa estaba bastante perdido hablándole a Tamaki sobre las posibles cosas que podrían ver, había otra cosa más rondando por su mente. Había cumplido dos de sus sueños, sólo faltaba algo más, que, aunque le daba miedo, era algo que llegaba desear.

¿Algún día, Mirio iba a darle su marca?

💎

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Bueno, perdón por no haber podido actualizar durante no se cuanto tiempo, pero, empecé las clases el mes pasado y no he tenido tiempo para casi nada :(
Una disculpa por hacerlos esperar tanto.

Por cierto, ¿A alguien acá le gusta el komahina? Digamos que a mitad de la clase de química se me ocurrió una idea para un os y terminé escribiendolo, pero no sé si subirlo o no—

Pero en fin,, en serio gracias por seguir esta historia, y también muchas gracias por sus votos y comentarios, motivan mucho <3

Tomen agua y no se duerman muy tarde.
Chao chao¡!