Capítulo dieciséis -"Somos una familia"

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3 de diciembre

La muchacha se plantó en la puerta de la cabaña, con una mano presionando el libro contra su pecho, tapado por la chaqueta de corduroy color café, miró a los dos adultos a unos metros, expresiones preocupadas probablemente por el estado de ella; ojos hinchados y nariz roja.

Con cuidado se acercó a ellos, pasos cortos y cabeza gacha, pudiendo ver el pantalón gris de su pijama casi tocar el suelo, sus zapatillas blancas quedaban un poco fuera de lugar.

Cuando vio los dos pares de pies alzó la cabeza.

-¿Qué... sucedió?- preguntó Theo, sus ojos se movían frenéticamente examinando el rostro de su hija.

-Llegaron antes...- murmuró, mordiéndose la parte interior de la mejilla.

Melissa soltó un sollozo, cubriendo su boca con ambas manos y miró al hombre a su lado, que seguía viendo a Grace.

-Pude hablar con él.- un destello de esperanza se reflejó en el rostro del hombre, cosa que hizo sentir mal a la muchacha. –En una visión... antes de que los cazadores aparecieran.

-¿Cuándo... cuándo sucedió?

-Agosto, 2031.

Como respuesta a eso el hombre se cubrió el rostro, luego pasó las manos hacia el pelo, ojos rojos, inhaló lo más profundo que pudo.

-¿Qué te dijo?- preguntó Melissa, dedos entrelazados apoyados en su boca.

-Me preguntó en que año estábamos...- dijo y acomodó el libro, que se le resbalaba al la tela de su pijama ser de material tipo seda. –Cómo iban las cosas, sobre mí, sobre Brett...- suspiró y con la mano libre se fregó los ojos. -luego entraron los cazadores... traté de ayudarlo pero...

-No podías hacerlo.- se apresuró a decir Theo, posando sus manos en los hombros de la joven. –Él nunca te culparía por no ayudarlo, no estabas realmente allí.

-Lo se...- subía y bajaba la cabeza, pero no le dirigía la mirada. –Pero siento que pude haber ayudado de otra forma.

-No...- murmuró y se acercó más a ella. –No te sientas responsable... no debí haberte dejado entrar sola.

-Puedo manejarlo.- dijo viéndolo. –Tú no necesitas pasar por eso de nuevo.

Los músculos del rostro del hombre se relajaron, dejando una expresión triste, apenada o hasta asombrada.

-Grace...- con cuidado la envolvió con sus brazos, la joven inmediatamente ocultó el rostro en su cuello y él miró a Melissa cuando la muchacha comenzó a llorar. -Ya... todo estará bien...- suavemente acariciaba su cabello, ella se aferraba cada vez más fuerte. –Lo lamento...

-Quiero... tenemos que regresarlo...- murmuraba, con algo de trabajo por la falta de aire. –Debe hab... er otra forma...

La mujer al escucharla volvió a cubrirse la boca, cerrando los ojos para no ver la cara de Theo, que estaba al borde del llanto.

-Lo extraño...

-Yo también cariño.- murmuró y le dejó un beso en el cabello. –Yo también... lo lamento en serio...

-Lo traeré...- sollozó. –Buscaré la... manera...

-La buscaremos...

Tal respuesta hizo a Melissa voltear a verlo, pero él evitó sus ojos, sin dejar de acariciar a la muchacha.

The Raeken Dunbar /// Heartbeats secuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora