Long To Realize (Cancelada).

Capítulo 2: Soul

—¿Me escuchaste? Oye, ¿estás ahí?

En una ciudad aparentemente grande se encontraban dos chicas hablando al lado de una carretera. El lugar dónde se encontraban parecía tener dos calles principales, en las cuales había todo tipo de tiendas, a demás de estar hasta arriba de colores y figuras llamativas. Además de eso, las calles eran amplias y con un gran cuidado, puesto que no habían abolladuras o algún tipo de desperfecto. Mientras tanto la mujer misteriosa, quien se había presentado como "Kaoru" seguía llamando a Beatrice, quien seguía aún asimilando las palabras de la chica. Beatrice solía soñar bastante, no estaba fuera de su costumbre que aquellos sueños fueran sin duda los más extraños y terribles del mundo.

—¿Esto es algún tipo de sueño? Quiero decir, es demasiado raro para ser cierto. —Terminó Beatrice, aún perpleja. 

—Compruébalo tú misma, adelante, pellizcate. —respondió Kaoru seria.

Beatrice se miró el brazo y simplemente lo tocó, pudiendo sentir el tacto tocando repetidas veces varias partes de su cuerpo. Inmediatamente miró al frente y abrió los ojos como platos. 

—¿Eres algún ser diferente que recibe a los nuevos viajeros? —preguntó la chica pelirroja.

Varios coches pasaron a la vez que la pregunta se lanzó al aire, haciendo que Beatrice mirará a la carretera inmediatamente. Ante el susto de haber aparecido de repente en otro espacio, la chica  no había tenido el tiempo de mirar a su alrededor con atención, así que finalmente cayó en cuenta de lo muy parecido que era este nuevo mundo al real.

—Como puedes ver, no es así. Supongo que te habrás dado cuenta de que este no es un mundo medieval o algo por el estilo. Vamos, resumiendo: estamos en 2016, en el presente. —concluyó Kaoru de manera firme.

El silencio se marcó entre ambas, solo se podía escuchar de los pasos de las personas al caminar, mientras estas hablaban y gritaban. El sonido de los platos en los establecimientos se metió en los oídos de Beatrice, los cuales la atormentaron un poco.

"No lo entiendo, ¿como pasó esto? Lo último que recuerdo es haberme dormido, siguiendo la típica lógica...¿alguien me transportó? Su nombre además no me suena muy común, ¿habrá sido ella?" —pensó Beatrice rascando su cabeza mientras miraba la calle.

—¿Qué quien te transportó, dices? —soltó Kaoru mientras la pelirroja se perdía en sus pensamientos. Beatrice miró sorprendida a la chica, quien parecía saber todo lo que estaba pensando mientras tanto ella la miraba fijamente con una mirada aparentemente maliciosa.

 —¿Perdona?...¿puedes leer mi mente? —preguntó Beatrice frunciendo el ceño. 

—Jajaja, Claro que no, solo veo con tanta claridad lo que piensas que quise asustarte un poco. —negó Kaoru aguantandose la risa.

"¡Se está burlando de mí! ¡¿No ve en la situación en la que estoy?! ¡Quiero golpearla!" 

—Vamos, sígueme, me sabría mal hasta a mí que todo el tiempo que estés acá, estuvieras perdida por completo. —dijo Kaoru mientras comenzaba a caminar volteando su mirada hacía Beatrice, quien seguía aún exaltada. Ella no se movió inmediatamente, estaba tan helada que miró al suelo sumamente preocupada, sus dudas eran inmensas, el haber llegado a esa situación desconocida solo la llenaba de miedo. Aún así tras tragar un poco de saliva y mentalizarse un poco, pudo seguirle al paso a aquella chica que conocía apenas unos cuantos minutos. Sus pasos eran elegantes, propios de una modelo, o al menos una semi-ermitaña como Beatrice es lo que podría haber pensado de cualquier persona mínimamente elegante.

—Hey, vamos a sentarnos acá, ¿te gusta el café? —dijo Kaoru volteando su mirada hacía Beatrice, quien parecía perdida en sus pensamientos todavía.