Long To Realize (Cancelada).

Capítulo 3: Hospedaje

—¡¡Nada de esto va bien!!

Sus propias palabras hicieran que siniestra lástima de sí misma, solo podía sentirse tonta al no darse cuenta de algo que tenía ante sus narices, si bien ya se había informado lo suficiente para no estar tan asustada, aún ni siquiera sabía cómo conseguir algo tan trivial como el dinero. ¿A quién demonios le iba a preguntar? En su cabeza solo estaba la frase: "que vergüenza preguntar, que miedo acercarme a la gente." Ella nunca había sido social, solo tuvo una única amiga inseparable en primaria, por ende su comunicación era sin duda lo que podríamos llamar limitada. 

 —No puedo saber nada sin siquiera moverme un poco...¡empezaré a jugar este juego! Con mucha suerte podré hacer lo mismo que Kori dentro de poco, ¡esa luz que salía de ella era genial!

Su idea ahora sencilla: ser la protagonista de este extraño titulo moderno. Con esa mentalidad, no tendría mucho miedo a la hora de hacer cualquier tipo de acción, ¿qué podrían hacerle a la protagonista de la historia? Aunque sin duda, predominaba su vergüenza por seguir aún con las pistas de andar por casa. Ahora, la chica protagonista denominada Beatrice se dirigió al hotel, uno que por dentro parecía una especie de manga café o algo por el estilo, parecía el sueño que todo otaku promedio quisiera tener. Aun cuando el interior era curioso, la puerta que abrían este motel también era algo para destacar, su vidrio cristalino con ligero color al azul del mar, era tan tan cristalino que seguramente la cenicienta podría estar envidiosa de tener algo como eso en su hogar.

El chico del mostrador parecía serio, sin embargo su expresión cambiaba totalmente cuando algún huésped se acercaba a observar o preguntar alguna cosa. Era sin duda su oportunidad para preguntar sobre el hospedaje, pero le costaba tanto dar un solo paso siquiera para hablar con alguien, que se quedó quieta unos minutos sin saber exactamente que hacer. Si bien ya había establecido una larga conversación con alguien en este nuevo mundo, solo era el hecho de estar inquieta y sin saber como actuar.

—Perdone señorita, ¿necesita alguna cosa? —preguntó el chico del mostrador al ver que Beatrice estaba quieta sin hacer nada.

—A-ah, ¡S-sí! Quería informarme un poco sobre el hospedaje, no tengo mucha idea de estas cosas jajaja. —terminó Beatrice con una risa nerviosa mirando a todas las direcciones posibles. El chico que no medía mucho más que ella solo reviso soltó una ligera risa, para inmediatamente después dirigirse a quien tenía delante. 

—Es sencillo, solo elige el nombre de tu habitación y se creará al instante, luego de eso, con solo decir el nombre ya podrás entrar. En el caso que quiera hospedarse en una de nuestras habitaciones, solo tiene que darme su nombre y número de identificación.

Asimilar y entender lo que estaba diciendo era complicado, por un momento se sintió como si aquella persona estuviera hablando un idioma completamente distinto. Aún pensándolo, Beatrice cayó de nuevo en cuenta de que estaba en un mundo diferente, eso aplica a que las leyes de la física cambien por completo. Ver un aura de color morado en Kaoru o simplemente el mismo concepto de ser transportada ya podía decir muchísimo. Aún así, digerir cada concepto nuevo era casi como mudarse y adaptarse una y otra vez a un nuevo entorno. Ulteriormente aún la pelirroja continuaba pensando embobada para darse cuenta que la palabra "identificación" había salido de su boca.

—Dijiste...¿identificación?

—Efectivamente.

—¿P-puedo saber como conseguir una? —preguntó con cierta timidez. 

Por unos instantes, aquel varón se quedó mirando algo confundido por lo que Beatrice acababa de decir, tener miedo en ese momento no era suficiente. Ya ella sabía perfectamente que el que descubrieran que era una recién llegada era peligroso, sin embargo aún existía aquella posibilidad de que haya gente que no crea en las cosas que dice Alex. Por ello, Beatrice retrocedió un pie por sí acaso pudiera pasar algo peligroso.