Capítulo 13: Diosa de los futuros.

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—«Tuve un sueño, uno dónde ocurrían un sinfín de cosas qué jamás había visto o experimentado. Aquello que había soñado era el desagradable sabor amargo que nunca hubiera querido vivir en mis propias carnes, pero ahí estaba, cada vez más haciéndose esa sensación realmente intensa. »

—Hola, ya estás aquí.

Una mujer a la cuál no se le veía su rostro, le hablaba a Beatrice a lo lejos. Su tono era amable y cariñoso, sin embargo tras sus palabras se lograba percibir una sensación a maldad, una que sólo iría acorde a una persona con suma malicia.

La mujer señalaba hacía atrás de dónde estaba Beatrice, el lugar en el cuál ambas se encontraban era un paisaje totalmente azul. No se lograba apreciar nada más, nada que pudieras decir que es orgánico ni artificial. Era solo un color azul, siendo más específicos: Azul marino.

El color se desvanecía por instantes, dando paso al gris, un gris que rápidamente se transformaba en un color azul más intenso. En pocos segundos se lograba un parpadeo, pero no solo era eso; a pesar de los constantes apagones, todo daba un ambiente tranquilo, un ambiente que solo se lograba en los mejores sueños.

Exacto, uno alejado de cualquier mal, alejado de lo jamás quiso un ser humano, alejado de una inminente catástrofe que se pudiera acercar a la humanidad.

—¿Quién eres? —preguntó Beatrice totalmente calmada.

Normalmente ante una situación desconocida, se preocuparía, gritaría o sentiría desesperación ante algo a lo que no es capaz de llegar. Algo que por mucho que lo pensará, jamás pasaría en un cuento de hadas.

—Soy una diosa, encantada de conocerte Beatrice...No, Saiko, ese es tu nuevo nombre en Soul, ¿no es así?

—Sí, así es.

Beatrice seguía calmada ante aquella 'diosa' que se había presentado ante ella. A pesar de no saber nada, respondía con una tranquilidad que jamás de los jamases había experimentado.

—Quiero enseñarte una cosa, quiero que estés atenta por favor, es sumamente importante. —dijo la diosa acercándose a Beatrice. —Te lo encargo.

—Lo estaré, gracias. —respondió cerrando sus ojos.

  • • •

—¡D-despierta! ¡D-despierta!

«¿Ah? ¿Qué?...»

—¡No podemos ganar! ¡Tenemos que retirarnos rápido...!

—«¿Qué? No logro ver nada...Pero, esa voz se me hace conocida.» — pensó Beatrice con los ojos entrecerrados.

Una chica mucho más alta que ella y de cabellera negra se lograba apreciar a duras penas ante los ojos de una dañada Beatrice.

—«¿Alice...? Sí, es Alice. Nunca...Ese no es un rostro que suele mostrar. »

A pesar de que estaba pensando y ya podía abrir un poco los ojos, su cuerpo están inmóvil, su estado era lo más comparable a un vegetal. Un cuerpo con solo daños que sangraba por todas partes. Inmediatamente, Beatrice empezó a recobrar su olfato para oler la sangre y un desagradable olor a quemado que llegaba a su nariz sin avisar.

Después de unos segundos, su audición volvió, escuchando gritos que provenían no muy lejos de ellas.

Saiko logró reconocer a la chica que estaba al frente mejor, siendo Alice, no equivocandose con su primer pensamiento. A la misma se le veía dañada, sobre todo en la parte superior de su cabeza, teniendo aparentemente una apertura que daba paso a que la sangre cayera en uno de sus ojos.

Long To Realize (Cancelada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora