ADARA - JASPER HALE (EN PAUSA)

03

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Capítulo tres: Forks

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VIERNES 09 A.M. Adara terminaba de guardar sus pertenencias para irse a Forks. Tenía pensado poner un cuadro de Walburga en su nueva casa, a pedido de la mujer mayor ya que se llevaba mucho mejor con ella que con Harry.

El elfo doméstico, Kreacher iría con ella también ya que su tío, Sirius Black se lo había dejado. El elfo era difícil de tratar, pero con ella se llevaban bastante bien. Mejor que con su hermano y amigos, seguro.

El ministro de la Magia, Kingsley se había comunicado con MACUSA, el Congreso Mágico de USA, para que ella no tuviera problemas al realizar magia. Obviamente debía seguir las leyes, para que ningún muggle descubra el mundo mágico.

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Kreacher ya había llevado las pertenencias de su ama a la nueva casa en Forks. Ella estaba en la sala de la casa de su hermano, con sus amigos para despedirse.

- No olvides escribirnos a diario, y si te consigues un celular márcanos al de Herms - Harry comenzó a despedirse de su hermana

- Lo haré James - le dijo su hermana risueña

- Cualquier cosa que necesites, no dudes en decirnos - siguió Hermione

- Y no olvides de contarnos sobre los chicos - le dijo Ginny divertida ganándose una mala mirada de su novio. Adara sonrió sin mostrar los dientes. Le parecía dulce que sus amigas quieran que ella se vuelva a enamorar, pero para ella no sería tan fácil

- Te vamos a extrañar Lily - le dijo Ron abrazando a su ex cuñada

- Y yo a ustedes - dijo mientras se unían los cinco en un abrazo - pero vendré siempre que pueda

- Mas te vale - le dijo Harry con un dedo acusador - nosotros también podemos ir

- Obvio - dijo mientras Kreacher se aparecía en la sala - los amo

- Nosotros más - le dijo Hermione

Los saludo una última vez con la mano y tomo la mano de Kreacher para desaparecer.

No aparecieron en su nuevo hogar, sino en el cementerio. Sin que los demás escuchen, le había pedido a Kreacher que antes de ir a Forks, quería ir a las tumbas de Fred y Remus.

Se adentró en el cementerio, y en segundos estaba frente a las tumbas de los difuntos. Primero se agachó frente a la tumba del que fue su novio.

- Fred - dijo en un susurro - espero estar haciendo las cosas bien. No quiero defraudarte - dijo con un nudo en la garganta - te amo para siempre

Prosiguió a colocar con su varita una corona de flores en la tumba de su amado Fred. Al lado de él, estaba la tumba de Remus Lupin.

- Padrino, guíame siempre - le pidió mientras lágrimas caían por sus ojos - te extraño

Hizo lo mismo que antes. Con su varita colocó otra corona de flores para su padrino. Se secó las lágrimas y se dirigió a la de su tía, Nymphadora Tonks.

- Dora, Teddy está hermoso - le dijo con una sonrisa recordando a su sobrino - prometo cuidarlo siempre

Termino de decir y volvió a colocar otra corona de flores. Se puso de pie, y se dirigió mas adentro del cementerio. Freno una última vez, en la tumba del que alguna vez fue su mejor amigo. Cedric Diggory.

- Ced. No te imaginas cuando te he necesitado este último tiempo - le hablo a la tumba - siempre estás en mis pensamientos, y en mi corazón

Colocó una última corona de flores con ayuda de su varita. Se secó las lágrimas de sus mejillas, respiro profundo una última vez y se reencontró con su elfo doméstico.

- ¿Lista, Ama Lily? - le dijo su elfo

- Lista Kreacher - le respondió con una pequeña sonrisa

Y con un chasquido de dedos por parte del pequeño elfo, se encontraban dentro de su nuevo hogar.

Adara se dedicó a recorrer su nueva casa. Era pequeña, perfecta para ella. Tenía dos pisos, en el de abajo estaba la cocina con una mesa redonda y cuatro sillas, un pequeño living en el que había un sillón y en frente una televisión. Arriba había dos cuartos, uno de ella en el cual ya estaban todos sus cosas. Estaba amueblado con una cama de dos plazas, un armario en el que ya estaba toda su ropa ordenada gracias a Kreacher, un escritorio y una biblioteca pequeña. El otro cuarto solo tenía una cama con el armario, ese sería para recibir algún invitado. Y por último, un baño.

Prosiguió a colgar el cuadro de su abuela de corazón, Walburga. Aunque era difícil de tratar, ella la quería como una abuela. Después de todo, es lo más cercano a una abuela que puede tener.

- ¿Que les parece la casa? - le preguntó a su abuela y a Kreacher

- Esta bien - dijo simplemente su abuela

- Es linda, ama Lily - le dijo Kreacher - ¿necesita algo?

- No Kreacher, si quieres puedes preparar la cena - Kreacher asintió y desapareció con un chasquido - abuela, está en medio de un bosque - dijo Adara sonriendo mientras se acercaba a una ventana y veía el bosque

- Me alegra que al fin estés feliz - dijo Walburga con una mueca, intentando que parezca una sonrisa - aunque no estoy para nada de acuerdo en que termines tus estudios en una escuela muggle

- Abuela - le reclamó alargando la A - necesitaba un cambio de aires

- Bla bla - se burló su abuela rodando los ojos

Adara se acercó a la puerta de la entrada y salió a la pequeña entrada, donde había una mesita pequeña y dos sillas. Se apoyó en el barandal e inhaló el aire natural del bosque. Sonrió.

- Bienvenida a Forks - se dijo a sí misma