Capítulo 10. Explicaciones y demostraciones.

342 28 28
                                    

Akali caminaba enojada por la banqueta, su destino era la casa de Karma, por algún extraño motivo Shen no había pasado por ella y eso (aunque sonara raro) era lo único que la hacía sentir un poco mejor, la pequeña refunfuñaba mientras hacía bolita la hoja que tenía entre sus manos, la miro con furia para luego lanzarla lo más lejos que pudo, golpeando la cabeza de un hombre quien recogió la hoja, mirándola de reojo y acercándose a la menor.

--Uno, dos, tres, cuatro pasos perfectos—Dijo el extraño hombre extendiendo la hoja a la menor—Creo que esto le pertenece señorita— Akali miro al extraño hombre de cabellos negros que tapaban uno de sus ojos, trago saliva al sentirse analizada por aquel ojo con un color comparable a la sangre fresca que sin duda desprendía peligro, una mirada muy diferente a la carmín que poseía el papá de Kayn, de pronto el enojo que tenía la pequeña se convirtió en miedo ante la figura de aquel delgado Alfa. –Tómala, no muerdo—Sonrió el hombre, causándole más escalofríos a Akali.

--G-gra-gracias—Tartamudeo armándose de todo el valor que tenía, para tomar aquel papel.

--Tu actuación es muy, pero muy obvia señorita—Exclamo el hombre mirando como la pequeña fruncía el entrecejo con confusión, aquel acto le recordó a alguien, pero decidió ignorarlo por completo. –La hoja—Señalo molesto. –Estas enojada por ser...--

--¡No lo diga! —Le interrumpió recordando su enojo.

--Pequeña... no sabes lo que dices—Estableció con un deje de molestia, ¿Cómo se atrevía esa mocosa a gritarle así? –Con ese segundo genero... ¡Vas a vivir!, hasta que mueras... más te vale que te acostumbres—Dramatizo sonriendo macabramente, ganándose las miradas de varios transeúntes.

--Pero yo no quiero—Balbuceo mirando al piso, intimidada por aquella mirada. —Yo quiero ser Alfa--

-- Y yo que pensaba que los diamantes eran los mejores amigos de una mujer—Susurro irritado ante los cambios de humor de aquella pequeña. –Escucha señorita, la simetría es tan aburrida y por desgracia aquí abunda en todos lados—Pronuncio con aquella profunda voz.

--¿Qué? —Cuestiono confundida, alzando la mirada, observando al hombre dar unos pasos hacia el teatro --¿Qué quiere decir con eso? —Volvió a preguntar acercándose al hombre—

--Todos somos un lienzo en blanco, esperando ser pintados—Explico sin voltear—No importa tú segundo género, importa lo que quieras pintar en tu propio lienzo—Giro mirando a la menor—Si sigues lo que se te dicta ser, entonces serás parte de la simetría aburrida y tu lienzo seguirá en blanco—Explico recargándose en la pared, justo a un lado de la entrada del teatro. –Pero si rompes la simetría y te esfuerzas por ser lo que quieras ser, entonces comenzaras a ilustrar tu lienzo y serás... serás... serás poesía... serás belleza... jajajajajaja—Termino con una risa discreta y desquiciada a la vez.

--Entonces... ¿Puedo ser un Alfa si yo quiero? —Pregunto la pequeña algo ilusionada, haciendo que el hombre frunciera el entrecejo con enojo.

--No seas estúpida... ahg olvídalo—Gruño molesto—No cabe duda que tú también fuiste diseñada por un cavernícola—Escupió con desprecio listo para entrar de nuevo al teatro, pero algo lo hizo detenerse, no supo con certeza que era, pero lo que quiera que fuese le hizo hablar por última vez con la mocosa. –Es imposible cambiar tu segundo genero... pero puedes esforzarte por ir contra la sociedad y vivir la vida que quieras sin que te importen los otros estúpidos... ¡Demuestra que eres la creación de un artista!... --Fue lo último que dijo para luego adentrarse al teatro ignorando aquel primitivo impulso de voltear a mirar al cachorro.

Akali observo la puerta del teatro con curiosidad, ese hombre hablaba de manera extraña cosa que despertó el interés de la pequeña, desdoblo la hoja mirando su segundo género, torció los labios y luego echo a correr a casa. El día paso rápido y Karma estaba preocupada pues Shen no había llegado a la casa desde que salió esa mañana, varias veces estuvo a punto de llamarlo, pero se recordó así misma que no era nadie para meterse de esa forma en su vida, después de todo era solo una amiga, a Akali parecía no importarle que su mamá no estuviera en casa, de hecho parecía estar concentrada en su tarea, pues desde hacía un buen rato que miraba una hoja blanca bastante arrugada, no le dio mucha importancia y se encamino a la puerta, definitivamente saldría a buscar al chico, estaba a unos cuantos pasos de la entrada cuando la puerta se abrió de repente y por esta entro el Omega con bastante prisa.

Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora