Zed abrió pesadamente sus ojos, parpadeando por la luz repentina que atacaba su vista, le dolía la cabeza y ni siquiera sabía dónde estaba, aquel lugar no era su casa, lo último que recordaba era que había peleado con Karma y que luego esta le golpeo con una piedra, volteo hacia la izquierda notando un montón de aparatos médicos.
--¿Un hospital? –
--Al fin despertaste—La voz de Shen le hizo voltear rápidamente. –me asustaste mucho ¿Sabes?, por un instante creí que...--
--¿Qué me perderías? —Dijo en tono de burla, mirando el rostro del Omega, llevando una mano al mismo, acariciando su mejilla. –No seas idiota Shen, sabes que una simple piedra no va a detenerme, sobre todo si se trata de ti—
--Ya iniciaste con tus idioteces—Suspiro el Omega con una sonrisa, sosteniendo la mano de Zed ubicada en su cachete. –Sabes que Karma ganó ¿Cierto? —
--Eso no importa, nunca importo quien ganara, lo único importante era a quien escogías...--
El albino calló por un momento mirando a su "hermano", el Omega se removió incomodo en la silla donde estaba sentado al lado de la cama, giro su cara mirando a la pared con vergüenza, Zed aún le miraba atentamente, notando como las mejillas del Omega se ponían más y más rojas mientras la mirada del chico viajaba de él a la pared con nerviosismo y pena
--Shen... ¿Pasa algo? —Pregunto sugerente haciendo que el chico entrara en una especie de pánico, tartamudeando incoherencias por un rato, luego hizo un puchero lindo a ojos del Alfa, devio la mirada hacia un lado y finalmente hablo con vergüenza.
--Yo... yo te escogí a ti—
El silencio reino por unos minutos, tiempo en que el albino dejo salir su aroma a vino, leve, pero embriagante, no picaba ni era molesto, era dulce, el Alfa estaba feliz, su cara era de sorpresa, pero dentro del, su lobo aullaba de alegría y se removía feliz, haciéndolo sentir mariposas en su estómago, sin pensarlo dos veces tomo a Shen y lo atrajo hacia él, besando toda su cara.
--Te amo, te amo, te amo—Repetía besándolo una y otra vez, a lo que Shen solo reía alegre, con las mejillas rojas de vergüenza.
--Espera, suéltame, ¿Qué tal si alguien entra y nos ve? —
--Me importa una mierda quien entre, solo me importas tú, maldito bastardo—
--Hey, ¿Con esa boquita besas a mami? —
--Tu eres mi única mami—le dijo al oído, a lo que Shen se sonrojo mas.
--Cállate estúpido—Le dijo en medio del abrazo, ocultando su roja cara en el pecho de su Alfa, dejando que este le acariciara gentilmente el pelo, era reconfortante. –Idiota...-- Susurro feliz.
Se quedaron así por un rato, felices, perdidos en un amor correspondido, sin importarles lo demás, Zed se sorprendió por lo que estaba pasando, Shen estaba... estaba ronroneando en su pecho, parecía estar muy feliz como para hacer eso, pero bueno quien lo culpaba, él mismos también lo estaba, tenía a un Omega lindo, fuerte, gentil y de gran corazón a su lado, ¿Cómo no estar contento con semejante premio?, su lobo interno después de mucho tiempo se sentía completo de nuevo.
–Zed— llamo el Omega.
--¿Hmm? —
--Por favor... no vuelvas a dejarme solo de nuevo, ¿Quieres? —
Un recuerdo interrumpió el momento, un leve destello surco por su cabeza, haciendo que su cara se volviera seria y con esa misma expresión volteara a ver al Omega que descansaba tranquilo y feliz en su pecho.
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Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)
De TodoLa vida de un Omega no es fácil y menos si ese Omega es el hijo y único descendiente del fallecido maestro Kusho. y peor aún que haya Sido deshonrado por un alfa que no lo marco y Shen menos recuerda. para Shen siendo Omega, la vida será muy dura...