Karma caminaba por una calle de la ciudad directo a su casa, a pesar de no expresarlo, se sentía cansada por su nuevo turno nocturno en el hospital donde trabajaba, lo único que quería ahora era llegar a su casa y dormir todo el día, pero parecía que la fortuna no estaba de su lado pues el sonido de su teléfono celular resonó entre la gente, la mujer reviso rápidamente de quien se trataba, una vez confirmado hablo tranquilamente.
--Shen, ¿Qué ocurre? —Cuestiono aun con su rostro monótono, sin embargo, cambio rápidamente en una mueca de sorpresa—Tranquilízate, dilo con más calma—La alfa apresuro el paso mientras escuchaba al omega—Espérame, voy en camino—Fue lo último que dijo antes de colgar el teléfono.
Mientras tanto, en la escuela, Akali observaba curiosa atreves de la ventana a la directora Fiora que se aproximaba hacia su salón acompañada de dos médicos, le habría gustado seguir viendo de no ser por el dolor que sintió en su cabeza, producto del libro que sostenía la profesora Camille en su mano.
--¿Le parece más interesante lo que hay afuera? —Cuestiono la mujer mirando fijamente a la niña.
--Hamm, ¿No? —
--¿Podría repetirme lo que dijo su compañero? —
--Haaaaa—
--Perfecto, se quedará sin descanso como castigo—
--¡Pero!, ¿Por qué? —Cuestiono la niña casi levantándose de su asiento, la profesora solo la miro severamente para luego avanzar hacia el pizarrón, el resonar de sus prótesis metálicas era lo único que podía escucharse en todo el salón, nada más que silencio, justo como a la mujer le gustaba, al menos hasta que fue interrumpido por la pelinegra.
--¡No es justo!, solo mire por la ventana un momento, además, ¡este tema ya lo vimos! –Reclamo Akali retando con la mirada a la mayor.
--Todo tiene su lugar, olvidar el tuyo es peligroso Akali, o acaso... ¿Prefieres ser tú quien de la clase? —Pregunto Camille observándola fijamente desde arriba, sin parpadear, la niña trato de sostener la mirada a la mujer de penetrantes orbes azules, pero al final desistió al sentir como si dos cuchillas se clavaran dentro de ella.
En la esquina contraria de la habitación, un pelirrojo se reía lo más bajo que podía, pero fue interrumpido por un gis que le cayó en la cabeza, seguido de un borrador que golpeo su cara.
--Siéntate firme Rhaast—Regaño Camille mientras escribía en la pizarra con una segunda tiza—Tú tampoco saldrás—
--¡¿Yo que le hice?!—
--Dame tu tarea—Respondió automáticamente sin voltear, estirando únicamente un brazo, no paso mucho antes de escuchar un susurro –No te escuche--
--¡No la hice!, ¡¿Contenta?! –Grito molesto antes de caer al piso, derribado por el gis con el que anteriormente escribía la profesora.
--Kayn, lee lo que dice el piza...—La mujer no pudo terminar pues tres toques en la puerta interrumpieron sus palabras—Rhaast, los gises y el borrador—Pidió la mayor dirigiéndose a la puerta.
--Profesora Camille, ¿Podría darnos un momento? —
Por otro lado, en un pequeño restaurant, Shen miraba a la mujer frente a él, esperando un comentario de su parte después de haberle contado todo lo ocurrido en esa notaria, Karma por su parte se miraba tranquila por fuera, pero por dentro estaba hecha una furia, ¿Cómo era posible que le hicieran eso a Shen?, y lo peor de todo, su propio padre le hizo tal cosa, ¿Cómo pudo dejar a su hijo sin nada sabiendo que él era un omega?, sabiendo que cualquier alfa podría marcarlo, que cualquiera podría aprovecharse de él.
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Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)
De TodoLa vida de un Omega no es fácil y menos si ese Omega es el hijo y único descendiente del fallecido maestro Kusho. y peor aún que haya Sido deshonrado por un alfa que no lo marco y Shen menos recuerda. para Shen siendo Omega, la vida será muy dura...