Capítulo 4 (El café 1/2)

364 31 10
                                    

--¿Cómo que despedido? -Pregunto Shen consternado--¿Qué hice mal? -

--Ya le dije joven, el maestro Kusho dejo bien estipulado a las personas que debía despedir cuando el muriera...--

--No puede hablar enserio, debe tener un motivo para despedirme--

--Mire, si no se va, llamare a seguridad-

--Ese no es el equilibrio que exige la empresa-

--Es la voluntad del maestro Kusho, ahora largo de aquí... Omega de baja clase-Escupió con veneno aquel hombre, Shen apretó los puños con ira, suspiro calmándose y finalmente salió azotando la puerta-Además es un salvaje-

El enfurecido Omega salió del edificio con una cara seria, lo que le habían hecho no podía ser un mandato de su padre, él siempre buscaba el equilibrio en todo, incluso el trabajo, si debía despedir a alguien, el motivo tenía que ser muy grave y estaba seguro que no había hecho algo para que lo despidieran, frunció el entrecejo con rabia.

--Me resultan indignos... todos ellos-Mascullo con ira contenida, caminando por la acera con rumbo a un parque cercano, sin saber que un grupo de hombres lo miraban desde lejos, siguiendo sus movimientos con sumo cuidado.

Al llegar al parque, lo primero que hizo fue ir al lugar más alejado, una zona que casi nadie concurría y de la nada, golpeo un árbol, una y otra vez, desquitando su furia contra el fuerte tronco, comenzó a practicar lo que su padre le había enseñado sin detenerse, hasta lograr calmarse, después de ello se sentó a meditar un momento sintiendo la brisa que pasaba entre los árboles y escuchando el cantar de las aves, sus músculos se relajaban, poco a poco se quedó dormido en plena posición de loto.

Un niño de apenas 13 años, lloraba arrodillado ante su padre que con agresividad sostenía su muñeca gritándole, de un momento a otro, una bofetada golpeo su cara, derribándolo, luego de ello, el hombre salió enfurecido del lugar, aquel chico se quedó tirado un rato más, cuando otro entro al cuarto.

--¿Te caíste de nuevo? —Pregunto el recién llegado.

--S-Si... e- estaba... estaba practicando y... snif... y me caí—Lloro el otro.

--Omegas, son tan débiles...--Se fastidio rodando los ojos

--N- no es mi culpa ¡Zed! –

--Ya, ya, ven Shen, te ayudare a practicar para que no caigas de nuevo—Dijo el albino acercándose para ayudar a levantar a su contrario, limpiando algunas lágrimas que resbalaban por sus mejillas.—No seas tan llorón—Le sonrió mirándolo, envuelto en el abrazo de su hermano, Shen se quedó perdido en aquellos rubíes que su "hermano tenia por ojos", se acercó lentamente a él, pero fue Zed quien rompió toda distancia, dándole un tierno beso en la frente.—Yo te protegeré, no te preocupes—

Abrió los ojos de golpe mirando a su alrededor, dándose cuenta que estaba en el parque, se había quedado dormido, rápidamente se levantó con intenciones de irse y por su cabeza paso aquella imagen donde Zed le dio el beso, sin poder evitarlo sus mejillas enrojecieron un poco, agito la cabeza alejando el recuerdo.

--Eso... eso ya quedo en el pasado—Se dijo a si mismo comenzando a correr a la salida del parque. —Ahora solo debo conseguir un trabajo nuevo... y todo estará bien—se dijo así mismo con esperanza.

En otro lugar, Zed se encontraba dentro de su oficina, admirando el paisaje urbano que se vislumbraba por el amplio ventanal, al lugar entro otro alfa, de cabello largo que desafiaba la gravedad.

--Perdón por interrumpir... tienes algunos correos importantes—

--¿De quién son? —Cuestiono el albino sin dejar su postura.

Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora