Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)

Capítulo 13 Fin del festival

La noche del miércoles había llegado, la mayoría de las personas habían ido al festival del altar permanente a disfrutar del evento de ese día, era por ello que las calles estaban vacías dándole un ambiente algo tétrico al lugar.

Karma estaba enojada, no, lo que le sigue, estaba furiosa y como no estarlo si su cita se había prácticamente arruinado por una presencia no deseada. La morena llevo a Shen al cine como planeo esa tarde, compraron las entradas y estaban comprando los dulces cuando el grito de Akali resonó por el lugar, ambos voltearon viendo a la niña junto a sus dos amigos siendo acompañados por un par de albinos, al parecer el cachorro de la trenza los había convencido de ir al cine.

Lo peor no se quedó ahí, ¿Por qué habían ido a ver la misma maldita película? Y para colmo a Shen le había tocado en medio de sus dos pretendientes. Ella estaba a punto de ofrecerse para cambiar su lugar y que el omega no estuviera al lado de Zed, pero el muy desgraciado lo hizo primero y cambio su lugar con Akali, ese era un gran retroceso que no se quedó ahí, a Karma normalmente no le molestaban los niños, pero ese día los odio con todo su ser cuando ellos pidieron acompañarlos, Shen no se negó y ella no tuvo más remedio que aceptar a regañadientes, frustrando todos su planes de quedarse a solas con el Omega durante el resto del maldito día y lo peor de todo... ¡Estaba el estúpido de Zed!, su maldita competencia directa que no desaprovecho la oportunidad para ganarse al Omega ¡hug!, era tan malditamente frustrante para ella.

Otra cosa de la que se quejaba era la hermana de Zed, la tal Syndra parecía cuidar cada movimiento que ella diera para con Shen y lo peor llego con Irelia, se supone que ella la estaba ayudando, pero cuando se encontraron en el parque la chica parecía más concentrada en pelearse sutilmente con Syndra que en ayudarla a estar con ¡Su Omega!, al final se estaban dirigiendo al festival cuando su teléfono sonó de la nada, un mensaje urgente del hospital que al cual ella no podía negarse, Karma se mordió el labio frustrada y se vio obligada a retirarse completamente enojada.

Maldecía a Zed por entrometerse en su relación con Shen, si no fuera por ese idiota probablemente Shen ya sería su pareja oficial en lugar de tener que competir por él.

Ahora mismo la morena caminaba en la noche por una calle vacía y pobremente iluminada con cara de pocos amigos, sosteniendo el pequeño maletín que debía entregar al hospital, trataba de ir despacio y con cuidado pues los supresores de efecto rápido en forma de inyección eran muy delicados, las botas altas de la mujer patearon una botella con furia desmedida, mandando el plástico a varios metros de distancia, quería llegar a su casa y golpear su saco de boxeo hasta reventarlo imaginando que era Zed.

Ruidos de golpes y gritos lejanos la detuvieron, miro en todas direcciones, agudizando el oído para evitar algún incidente, cuando de repente un dulce olor a manzanas azotó su olfato, seguido de gritos que parecían llegar desde el callejón oscuro y cercano, un Omega entro en celo en el peor momento y seguramente estaba siendo atacado por algún Alfa idiota que pasaba por ahí. No sé equivocó...

Una Alfa sometía a un chico contra el piso con brutalidad, la camisa del Omega estaba rasgada y sus pantalones desabrochados, él trataba de defenderse a pesar que su calor se lo impedía, pero ella era notablemente más fuerte, aunque nunca se esperó la fuerte patada que le dieron en la mandíbula y que la alejó del pobre chico. Karma tenía la nariz tapada con un pañuelo envuelto en perfume para evitar ser afectada por las feromonas, puso el maletín al lado del chico y se enfrentó a la enloquecida Alfa.

Mientras tanto, en el festival, tres cachorros miraban atentos la historia que proyectaba aquel teatro de sombras al aire libre, sentados sobre una manta en el pasto, los adultos que los acompañaban parecían tranquilos mirando al igual que ellos, gracias a lo entretenido de la historia y la oscuridad de la noche, ninguno podía ver como cierto Omega recargaba con cariño su cabeza en el hombro del Alfa a su lado, ni que este le abrazaba con ternura dándole caricias ocasionales cada cierto tiempo, pero tampoco podían ver a las dos chicas que se dirigían mutuas miradas de odio puro queriéndose matar la una a la otra.