Mami Shen (Zed x Shen Omegaverse)

Primer acto: Granada bailarina

Fruta existencia... tuve que llevar mi maquina a reparar y la trajeron tarde, no arreglaron pronto mi nternet por que disque "Estamos solucionado el problema", nah, puros cuernos que me pusieron, los desgraciados, y para acabarla tuve una Reunión importante con unos amigos y acabo tarde ;__;

Perdónenme, aquí esta el capitulo retrasado, sorry. 

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Un anciano corría apresurado por el estacionamiento de aquel edificio en construcción, mirando constantemente hacia atrás para cerciorarse que nadie lo seguía, su destino era claro, la lujosa limusina aparcada afuera del edificio, la noche era tranquila, las desiertas calles de esa zona residencial de clase media lo confirmaban, era por ello que para cualquier espectador resultaba bastante extraño que un viejo y asquerosamente rico Alfa se encontrara en aquel sitio, que bueno que no había nadie para verlo, ¿Cierto?

Resulta que si había alguien, un joven Alfa miraba al viejo correr esquivando los materiales de construcción, sentado cómodamente en su asiento, silbaba una canción de cuatro notas, haciendo una pausa de vez en cuando, pero se detuvo luego del grito agonizante que dio el viejo cuando su pie piso una extraña trampa metálica con forma de flor de loto, el joven alfa se apresuró a presionar un botón cerca de la palanca de velocidad haciendo que la puerta trasera del auto se abriese de forma automática.

Al anciano le dolía la pierna a horrores y la sangre que brotaba de ella no ayudaba mucho, la trampa aún seguía adherida a él pero ya no importaba, debía darse prisa antes de que lo alcanzaran, estaba tan cerca de llegar, su rostro se ilumino cuando vio como la puerta de su limosina se abrió automáticamente, ya faltaba poco y el hospital más cercano estaba a su alcance, sabía que si lograba llegar al auto viviría para contar esa horrible experiencia vamos, no faltaba mucho, solo un par de pasos más y habría logrado sobrevivir al demonio dorado en persona.

El joven conductor conto hasta cuatro y encendió la limusina justo cuando el anciano entro con dificultad sosteniendo su adolorida pierna.

--¡Llévame al maldito hospital! --Grito iracundo cerrando la puerta de golpe--¡Apresúrate maldita sea, intentan matarnos! --

El conductor asintió cuatro veces de forma apresurada, se le veía nervioso o quizás un poco ansioso así que arranco de repente el vehículo pisando a fondo el acelerador, pero deteniéndose a los cuatro minutos exactos dándose cuenta que solo habían avanzado cuatro cuadras, pues la limosina se había apagado, el apresurado chofer trato de encenderla cuatro veces para luego inclinarse a buscar algo en la guantera.

--¡¿Que mierda está pasando?!, ¡¿Por qué nos detuvimos?!--

--Nos quedamos sin gasolina...--dijo secamente sacando un extraño objeto blanco de la guantera.

--¡¿Que mierda has dicho?!-- grito colérico acercándose a la parte delantera del vehículo --Arranca esta maldita cosa, ¡¿Acaso quieres que nos maten?!--Pregunto enfierecido liberando feromonas para remarcar su dominio, su agresión.

El conductor comenzó a reírse haciendo que su voz se distorsionara de forma tenebrosa, causando terror al anciano que retrocedió asustado, cambiando drásticamente su producción de feromonas, cuando el chofer volteo a mirarlo con sus profundos orbes color sangre y la sonrisa torcida ya no había presencia de aquel agresivo olor.

--Querido gobernador...-Comenzó el hombre apuntándole con su arma de color blanco-- el viejo maestro le manda saludos--

Cuatro balas atravesaron la carne del viejo Alfa, una en la cabeza, una en cada hombro y una en el ombligo, el cadáver quedó ahí, sin vida, sentado en aquel lujoso asiento de cuero, mientras el chófer encendía la limusina y conducía por la carretera para salir de aquella ciudad en la que se encontraba, luego de un par de horas conduciendo la gasolina comenzó a terminarse, por lo que el conductor se vio obligado a buscar un lugar donde recargar combustible.