16. Sed de matanza

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Maratón 1/3 

Los días se me pasaban volando. Desde que estaba aquí me había dado cuenta de muchas cosas de esta manada:

Uno, que todos eran muy amables.

Dos, que no todos los lobos eran malos.

Y tres, que Garret se había convertido en alguien muy importante para mi.

Era raro decir esto, pero si. Garret O'Donell tenia el Don de hacerme reír con solo una mirada y eso se debía a que se parecía a mi abuelo. Mi abuelo Román era un hombre con un corazón que no le cavia en el pecho, le gustaba bromear y su mayor pasión era que todo el mundo de su alrededor sonriera y se que Garret tiene la misma pasión, es atento con la manada y siempre cuenta chistes para que los niños y todos se rían y eso era admirable. El mundo necesita mas gente como ellos.

Hoy había decidido salir a dar una vuelta por el bosque, Garret me lo había sugerido y sin nada que pensar dije que si, me vendría bien despejarme. 

-¿Te gusta la naturaleza, Tracy?-me impulse para saltar el Río y asentí hacia Garret que saltó tras de mi.

-No te voy a mentir, si me lo llegas a preguntar hace unos meses te habría dicho que no, pero creo que pasar tiempo entre estos arboles y este olor a campo mojado me ha hecho darme cuenta de que no hay nada mas bello que la naturaleza.

-Puedo jurar que la Tracy de antes vivía en una habitación de la que nunca salía-parecía pensativo.

Le sonreí, el tenia mucha razón con todo. La Tracy de antes no salía a ningún lado.

-Has dado en el clavo.

-Soy bueno adivinando cosas de la gente, ese es mi poder.

-Interesante adivino-me burle rodeando los ojos.

En el resto del camino no dijimos nada mas, solo caminamos y miramos las plantas que se nos cruzaban en el camino.  A lo lejos unas pequeñas casas se nos dejaron ver ante los ojos, Garret me agarro del brazo para que no siguiéramos.

-Este es terreno enemigo, tenemos que volver-susurro dándose la vuelta, lo seguí-Como no me había dado cuenta...-habló para él mismo.

No llevábamos ni dos pasos mas cuando un grito de mujer nos helo la sangre, ese grito era desgarrador. Garret y yo nos observemos y sin perder tiempo corrimos hacia el terreno enemigo, al llegar las casas estaban llenas de humo, había gente amontonada muerta y llena de sangre, todo el aire contenía frialdad, habían hecho una masacre en este lugar. Una mujer de cabellos dorados y ojos verdes nos miro con pena y dolor, con un grito como el de antes, se dejo caer al suelo y saco una navaja pequeña, con tristeza y sin apartar los ojos de nosotros, recito algo que no entendí y se rajo el cuello.

-No...-lleve mis manos a mi boca al ver ese horror.

¿Qué había hecho?, pero, ¿Por qué matarse así?

De repente unas inmensas ganas de llorar se apoderaron de mi.

-Huid de aquí...-una débil voz nos hizo girarnos, una mujer mayor tirada en el suelo y llena de sangre nos llamaba con su mano.

Garret se agacho a su altura y le agarro la mano.

-Lola...-Garret la llamo por su nombre, eso me sorprendió-¿Que ha pasado?

La mujer abrió mucho los ojos y cogió aire con necesidad.

-E-ellos...e...ellos..-agarro la camisa de Garret y lo acerco a ella lo que pudo-Están aquí...todos estamos muertos...¡Todos!-grito y como cogió a Garret lo soltó, dejando de respirar ante nuestros ojos.

LA MARCA DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora