23. Se fue

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Tracy

Los días, y las semanas pasaron sin pausa. Todo iba bien, me sentía en casa, Macha se había convertido en una muy buena amiga, Jazz cuando no era grosero caía hasta bien, Lucas se mantenía alejado mientras que Callum no se alejaba de mi. Tomé una decisión de intentar tener algo con él y no me equivoque, sentía que podía enamorarme a éste paso.

Si no lo estaba ya.

Aún quedaban problemas sin resolver. La familia de Callum, los cazadores invisibles ante mis ojos y la Rugma que había dentro de mi y que no daba señales alguna. Aunque Macha me tenía dicho que las Rugma temen a los Dioses y al ser ella una...se esconde.

Dejé la pequeña navaja en la mesa de madera que había en la puerta de la salida, sentir el sol y el aire me aliviaba.

-¿Estás bien?

Unos brazos que conocía muy bien me rodearon la cintura con ternura y suavidad.

Apoyé mi cabeza en el duro pecho de Callum.

-Aja-moví mi cabeza-Todo bien.

Dijimos de dar una vuelta por los alrededores, cuando estaba con él me sentía en Paz conmigo misma. Nada malo me seguía, los recuerdos desaparecían y sólo podía verlo a él y sentirlo a él. Cada parte de su cuerpo me atraía como a un huracán en llamas. Demasido sexy para mi.

Bien que te lo comes.

Y con gusto.

-Voy a entrenar, ¿vienes?

Fui a contestarle pero vi como Lucas salía de la casa con una maleta que un mes antes había traído de su casa junto a mi maleta y ropa prestada para Callum.

-Ve tu, luego iré-susurre y besé sus labios.

-Vale.

Me devolvió el beso y se alejó directo a la sala de entrenamiento.

Caminé hacia Lucas. Me miró pero no detuvo su paso.

-¡Lucas!

Corrí hasta que llegué a su altura y le corté el paso.

-Ey-sonreí-¿Vas a alguna parte?

Sus ojos conectaron con los míos, lo vi tragar saliva.

-Me voy-esas palabras me cayeron como un jarrón de agua helada.

-¿Cómo que te vas?

Intenté no alterarme, aunque era difícil, todo me daba vueltas de repente.

-Aquí sobro-señalo el lugar-En tu vida sobro.

Negué con la cabeza.

-No, no sobras en mi vida, Lucas. Eres mi amigo...

-Ese es el problema, Tracy...-se mordió el labio-Me ves como un amigo y...¿dime algo, Tracy?-dejó la bolsa en el suelo-¿Lo has elegido a él?

No hacia falta que dijera el nombre para saber de quien hablaba.

-Si, no puedo luchar contra mi corazón.

No mentía, así me sentía.

Me pareció ver decepción en los ojos de Lucas.

-Espero que nunca te arrepientas.

Recogió su bolsa y empezó a alejarse de mi.

-¡¿Vas a irte de verdad?!-grité desesperada consiguiendo que me mirara-¿Te vas?...

-¿Sabes?-sonrió-Voy a irme-volvió a dejar su bolsa en el suelo-Pero si voy a dejarte ser feliz con ese lobito, voy a hacer algo que siempre llevaré en mi memoria.

LA MARCA DEL LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora