ONE SHOTS - HARRY POTTER

38:; Tom Riddle

Aviso: contenidosexual explícito, lee bajo tu responsabilidad

Las vacaciones de navidad siempre han sido las mismas monótonas y con una fiesta con las demás familias sangre pura de Inglaterra, pero este año he invitado a Tom para que conozca a mi padre.

—¿Estás nervioso? —Pregunto mientras el coche mágico nos deja en la puerta de mi casa, bajamos del coche y Jink, mi elfo doméstico, baja corriendo las escaleras para agarrar las maletas.

—Estoy bien. —Dice sin más, dándome la mano y observando la fachada de mi casa sin comentar nada. Entramos y mi padre nos está esperando con su habitual ceño fruncido, pero que se suaviza al verme, me abraza y se presenta a Tom.

—La fiesta empieza a las ocho, estad listos. —Dice mi padre, y nos deja a solas en casa, donde Tom no me suelta la mano y ni se separa de mí. Entramos en mi cuarto y nos cambiamos para la fiesta de nochebuena.

—No te preocupes, estás hermosa. —Dice Tom observando mi vestido negro a juego con su traje, bajamos las escaleras y hay un montón de familias ya en el salón, aunque algunas ya están comenzando a criticar a Tom por no ser sangre pura.

La fiesta va pasando y Tom se va cabreando por cada comentario que escuchamos por su linaje de sangre. Abrazo su torso y lo alejo un poco de la fiesta, pero está tan ofuscado, que me lleva al aseo y me empuja contra la pared, levantando la larga falda de mi vestido y arrancándome la ropa interior con fuerza.

—Eres mía, y ninguno de estos tipos va a quedarse con lo que es mío. —Gruñe cuando se introduce en mí con fuerza. Penetrándome con dureza en busca de su propio placer, pero encantándome lo brusco y lo duro que está siendo. —Dilo.

—Tuya, solo tuya. —Gimo con fuerza en cuanto agarra el pelo que queda suelto de mi recogido y me hace alzar la cabeza para dejarle más espacio para besar mi cuello.

—Todos ellos se creen mejor que yo, pero ya verás, todos caerán ante mí, y tu estarás a mi lado. —Gruñe antes de venirse dentro de mí, jadeando y saliendo de mí al instante. Se recoloca el traje y sonríe satisfecho.