ONE SHOTS - HARRY POTTER

23:; Tom Riddle

Parte 1/2

Aviso: ninguno, pero es Tom Riddle ahr

Camino como puedo con todos los libros sobre mis brazos. Es la última vez que dejo para el último momento el recoger los libros que necesito para las vacaciones.

—¿Necesitas ayuda? —Pregunta un chico que acaba de verme caminar con dificultad hacia las mazmorras.

—Oh, no. Deberías irte ya. Mira, si te ve conmigo no lo vas a pasar muy bien. —Digo rápidamente alejándome de él, pero parece que no me quiere escuchar y agarra la mitad de mis libros. No quiero, que por ser buena persona, este chico sufra las consecuencias de acercarse a mí.

Haberme convertido en la obsesión de Tom Riddle ha sido lo peor para mí y para la gente que se acerca a mí, ya que eso hace que todos sufran terribles consecuencias. La última persona que se acercó a mí fue un chico de Hufflepuff que apareció con la memoria totalmente borrada y que ahora está en San Mungo creyendo ser un unicornio.

—Ella ya te ha avisado, pero parece que no entiendes la situación. —Dice Tom apareciendo de quien sabe dónde y apuntando con su varita al pobre chico que solo me estaba ayudando. —Abraxas será quien te ayude.

Malfoy aparece de detrás de Tom y agarra mis libros junto a Nott, haciendo que pueda liberar mis manos. Tom agarra mi mano y me acerca a su cuerpo. Hace esto para que vea lo que ocurre cuando alguien se acerca a mí y yo no puedo evitarlo.

Tom susurra unas palabras y una luz sale de la varita de Tom, haciendo que el chico caiga de rodillas y, finalmente, se desmaye. Tom sonríe y acaricia mi mejilla, acercando su rostro al mío y dejando un pequeño beso sobre mis labios.

—Te avisé, te dije que eres mía, y que si alguien se acercaba a ti o te hablaba más de la cuenta, lo sabría y esa persona lo pagaría. —Dice Tom justo cuando su serpiente Nagini aparece bajo nuestros pies. Ella es quien siempre le dice dónde estoy y lo que hago.

—Lo siento, Tom. Intenté decirle a ese chico que se alejase. —Susurro antes de bajar la cabeza y caminar junto a él hacia nuestra sala común. —No volverá a pasar.

—Buena chica. —Dice Tom sonriéndome y dejando otro beso en mi mejilla. —Sigue así y nada te pasará, ¿entendido?

—Si, Tom. —Respondo por inercia. Sé que no debo llevarle la contraria si quiero seguir a salvo. Solo espero que esto acabe pronto y nadie más sufra por mi o por Tom Riddle.