15:; Fred Weasley

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Aviso: ninguno



Sonrío ante la perspectiva de la navidad, simplemente ha sido mi época favorita del año desde que llegué a Hogwarts. Decoran el colegio de la forma más bonita y brillante del mundo.

—Sabes, esa sonrisa es muy bonita. —Dice uno chico detrás de mí, colocándose a mi lado mientras observo el árbol más grande que hay en la entrada del castillo. —Soy Drew, por cierto.

—Eh... Gracias. —Contesto incómoda mientras me alejo un paso de él. —Yo soy Anne.

—Una preciosa Gryffindor solitaria. —Dice Drew acercándose a mí, dando el paso que había dejado entre nosotros. —Podríamos quedar durante estas vacaciones, si quieres.

—No, no quiere. —Dice Fred a mi espalda, frunciendo el ceño, y se sabe que esa mirada significa que Drew va a recibir varias bromas pesadas. —No te acerques a mi novia.

—No soy tu novia. —Repongo para ir hacia la Sala Común. Dejo a los dos chicos bajo el árbol y, moviendo mi varita bajo la túnica creo un muérdago sobre ellos. Sonrío divertida y a mi lado aparece el otro gemelo molesto. Pasando su brazo por mis hombros, como si no siguiese molesta con él y con su hermano.

—Esa sonrisa significa que acabas de gastar una broma, cuñadita. —Dice George. Aparto su mano de mis hombros y ruedo los ojos antes de andar más rápido, pero claro, el piernas largas se coloca a mi lado en dos pasos. —Oye, lo siento mucho sí.

—Que te den, Weasley. —Gruño en voz baja cuando llego al cuadro de la Señora Gorda. —"Baratijas". Mira George, no quiero hablar contigo, además te recuerdo que ya no soy tu cuñada.

—Fred no tuvo la culpa, fue Angelina. —Dice George con un tono pesimista. —Lleva días muy triste, ya no quiere hacer bromas conmigo. Mi hermanito te ama.

—¿Hermanito?

—¿Solo te has quedado con que Freddie es más pequeño que yo por siete minutos? —Pregunta George con una ceja enarcada. —Anda, que me prometió que vuestro primer hijo se llamaría George.

Suspiro de forma dramática y vuelvo a salir de la Sala Común hasta el gran árbol para alejarme de George, pero al llegar ahí, veo el árbol caído. Pero la Profesora Mcgonagall si está.

—Disculpe, profesora. —Digo acercándome a ella y esperando a que deje de hablar con la profesora Vector. —¿Qué ha pasado aquí?

—No es de su incumbencia, señorita Forey. —Dice la profesora antes de darse la vuelta. —Pero yo me pasaría por la enfermería.

Sonrío y corro hacia la enfermería, donde está Fred tumbado en la cama, con los ojos cerrados y con una pequeña marca en el brazo. Avanzo con rapidez hacia su cama y veo que parece estar inconsciente. Agarro su mano y la aprieto con fuerza, arrepintiéndome por haberme peleado con él hace unos días. Luego lo abrazo y mantengo mi cabeza en el pecho de Fred.

—Lo siento mucho. —Susurro contra su pecho. —Te quiero muchísimo, lo siento, Freddie.

—Podré perdonarte si me besas. —Dice riéndose antes de abrazarme y besarme, intentando que no salga del agarre de sus brazos. —¡Te quiero, Anne!

—¡Estúpido pelirrojo! —Exclamo mientras me río. No quiero reírme, quiero seguir enfadada, pero con este idiota es imposible.

ONE SHOTS - HARRY POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora