El escandaloso sonido del despertador hizo que me levantara de golpe. Son las 7 de la mañana y no podría estar mas cansada.
Me senté en el borde de la cama, mis pies tocando el frío suelo y mis manos estrujando mis ojos. Mire mi habitación, vacía. Absolutamente todo está guardado en las cajas de mudanza.
Hoy voy a mudarme de departamento con Ana ya que comenzábamos la universidad y por suerte encontramos un buen lugar a pocos minutos de la institución.
Me gire y mire a Ana, mi mejor amiga.
La conozco de toda la vida. Su madre y la mía también son amigas desde hace años así que estamos juntas desde muy pequeñas, es como una hermana para mi.
Seguía dormida como cosa rara... es lo único que hace.
A ella no le gusta la idea de ir a la universidad y estudiar ya que cuando terminamos la escuela juro que nunca mas iba a tocar un libro, pero la logre convencer de que estudiara arte conmigo.
-Ana - dije moviendo su brazo - Levántate ya, tenemos que arreglarnos.
Silencio total.
Me ignoro por completo.
-¡Ana! Joder, tu si duermes - grite - Párate que tenemos que dejar el departamento dentro de un rato.
Ésta vez si recibí respuesta, mas una almohada voladora directo a mi cara.
-¡Tu si fastidias Angie de verdad! Aparte que voy a estudiar obligada me quieres andar apurando.
-Cállate y levántate, iré a preparar café me caigo del sueño.
Me sorprendí cuando me hizo caso, casi se cae llegando al baño y no pude evitar reírme ante el zombi parado frente a mi.
- Si eres ridícula - dijo volteando los ojos.
- Así me amas, no puedes vivir sin mi - le di una pequeña sonrisa.
-¿No sera al revés? - susurro de vuelta y se metió en el baño.
Bueno en parte tiene razón...
Soy yo la que no puede vivir sin ella.
Entre en la cocina y prepare café, unos panqueques y corte algo de fruta. Ana no hace ni hielo por lo que siempre hago el desayuno.
Me siento en la mesa y me pongo a pensar en lo que viene, estoy muy nerviosa, también emocionada claro, voy a estudiar algo que amo y con mi mejor amiga a mi lado no iba a estar tan sola. Pero eso no me quita los enormes nervios que tengo, casi ni pude dormir anoche por eso.
El ruido de Ana entrando a la cocina me saco de mi trance, agarro su taza y se sentó a mi lado.
-¿Estas nerviosa verdad? - pregunta.
-Un poco - dije fingiendo estar tranquila.
-Si no te conociera de toda la vida hasta te creería. Se que te estás muriendo de miedo, yo igual y eso que no quería ir a la universidad.
-¿De verdad tu también? - asintió - Bueno, al menos estaremos juntas. Y si no te gusta puedes salirte tampoco te voy a amarrar a la cama para que te quedes a mi lado.
-Cierra la boca, sabes que nunca te dejaría sola - dijo dándome un pequeño empujón - Y también sabes que siempre termino saliendome de mis problemas. Si la carrera no me gusta ya veré que hago pero contigo me quedo, ¿de acuerdo?
Sonreí y le di un fuerte abrazo, eso era lo que necesitaba oír. Por eso es mi mejor amiga siempre me daba seguridad y apoyo incondicional.
Me levante de la mesa y puse todo en el lavaplatos.
-Voy a arreglarme, ya son las 8:30 - dije terminando el ultimo sorbo de mi café y yendo corriendo a la habitación.
Me bañe, me vestí, me coloque algo de maquillaje, mas que de costumbre debido a mi desvelo de anoche tenia unas ojeras espantosas. Acomode mi cabello en una coleta y salí de la habitación.
Ana estaba en la sala esperándome.
-Los de la mudanza llegaron - fue a abrir la puerta.
Mientras los señores sacaban las cajas vi como el departamento iba quedando cada vez mas vacío. Podía sentir que esto se estaba haciendo cada vez mas real y estaba mas y mas nerviosa.
-Esta es la dirección del lugar donde tienen que dejar todo, si quieren nos siguen para que les sea mas fácil - le dije amablemente al señor.
-No se preocupe, se donde queda señorita - dijo regalándome una sonrisa.
Salió por la puerta y nos dejo solas en este lugar, que fue nuestro hogar, ahora completamente vacío.
Ana se acercó a mi y paso un brazo por mis hombros.
-¿Lista? - susurró.
Suspire.
-Lista.