-No por favor... - dije con lagrimas en los ojos - N-No me hagas esto.
El me miro con ojos furiosos y su mano se estampo contra mi mejilla por tercera vez haciendo que mi cabeza tocara el suelo.
-¡¿No lo entiendes perra?! ¡Eres mía maldita sea! - grito.
Su mirada se transformaba cada vez mas, odio cuando se convierte en esto... ésta especie de demonio que no entiende ni escucha razones, no aguantaba mas, estaba viviendo un verdadero infierno. Sabia que un día de estos en uno de sus ataques no se iba a lograr contener y yo no iba a tener tanta suerte de salir viva.
Me tomo por el cabello haciendo que un agudo gemido de dolor saliera por mi garganta.
-Eres... eres mía - dijo con una tranquilidad aterradora mirándome a los ojos.
-Por favor Jesse... para.
Suplique dejando caer las lagrimas calientes por mis mejillas que se mezclaban con la sangre que salia de mi nariz. Me sentía patética, como una basura, suplicando por mi vida. No, aun peor, suplicándole al chico que me "ama" que me dejara vivir.
Se enfureció aun mas, e ignoro mi suplica y siguió con su tarea.
1 golpe, 2 golpes, 3 golpes, 4 golpes. Conté, ya al quinto deje de sentir, cerré mis ojos y me resigne que a lo mejor era mi hora, que esta noche, en mi departamento, en el suelo de la cocina, el acabaría con mi vida.
"¡Aléjate de ella!". Logre escuchar a lo lejos junto con el sonido de una puerta rompiéndose y pasos acercándose, yo solo... me deje caer en un sueño profundo del cual no quería despertar.
El sonido escandaloso de mi reloj me despertó de golpe, estaba bañada en sudor y con la respiración agitada.
Mierda... fue solo una pesadilla.
Me acosté otra vez en la cama tratando de calmar mi respiración.
¡¿Por que carajos volvía a recordar ese momento?!
Ese capitulo de mi vida ya quedo atrás, no comprendo por que mi cerebro está empeñado en traer recuerdos desagradables.
Jesse.
Así se llama la razón de mi pesadillas. Nos conocimos gracias a mi madre, para completar...
Es hijo de una de sus amigas millonarias, su padre es un hombre muy poderoso y corrupto, utiliza todo y a todos a su conveniencia, incluso a su propio hijo. El y yo nos parecíamos en algo, no nos gustaba los compromisos ni relaciones serias, solo queríamos disfrutar de la vida, creo que por eso nos llevamos bien tan rápido, en cuanto lo conocí pensé que era un niñito rico malcriado, y no me equivoque, pero detrás de toda esa pantalla de chico fuerte pude notar que su padre lo explotaba, gobernaba su vida y Jesse no tenia la valentía para enfrentarlo.
Yo en parte lo entendía, sabia lo que era que uno de tus padres te quisiera decir que hacer con tu propia vida, pero la diferencia entre él y yo es que yo si tuve el valor de enfrentar a mi madre y sacarla de mi vida.
Jesse y yo nos hicimos muy unidos, con Ana los tres hacíamos todo juntos, claro que después de un tiempo los sentimientos intervinieron y ahí fue que todo se volvió turbio entre los dos, y los problemas empezaron a aparecer.
Quedamos en ser "Amigos con beneficios" por así decirle, yo estaba mas que conforme con eso, lo quería, lo quería muchísimo, pero no estaba enamorada, Jesse en cambio siempre me decía que nunca se enamoraría de mi, pero entre broma y broma la verdad se asoma. Yo al tiempo me di cuenta que sentía algo mas fuerte por mi que una buena amistad.
Soy una persona de muchos amigos, y a él eso no le agradaba en lo absoluto, me celaba demasiado al punto de volverse asfixiante, me llego a perseguir y sacarme de lugares donde me encontraba con mis amigos solo porque le daba la gana. Sus actos se fueron haciendo cada vez mas intensos, al punto de un día hasta me dejo encerrada en su casa.
Intente dejarlo, pero apartando esa fase insoportable de él, Jesse era un chico muy dulce, también era romántico aunque lo negara, y en el fondo estaba muy herido, tenia serios problemas debido a todo el maltrato psicológico que le dio su padre todos estos años, siempre me terminaba suplicando con lagrimas en los ojos y ataques de nervios que no lo abandonara, que yo era su salvación, y sencillamente eso me partía el alma en miles de pedazos, sentía que de verdad si podía salvarlo, si aguantaba un poco quizás podía lograr que él superara esa etapa y pudiera tener una vida normal pero estaba muy equivocada.
Al pasar de las semanas el Jesse tierno y dulce fue desapareciendo dejando en su lugar a uno muy agresivo, no me dejaba ni siquiera ir a la escuela sola, dudaba hasta de Ana, creía que cada chico que conocía se metía debajo de mis faldas, la situación se salio de mis manos y fue ahí donde comenzaron los golpes.
Me golpeaba de una manera brutal, sin compasión, los celos y la rabia lo cegaban por completo, se convertía en un verdadero demonio. Esa noche, cuando creía que me iba a matar, mi papá interrumpió en el apartamento junto con un montón de policías, él sospechaba del maltrato de Jesse hacia mi aunque yo nunca le confirme nada, tenia la esperanza de que Jesse entrara en razón y dejara de abusar de mi, pero eso no llego nunca.
Mi papá hizo un trato con el padre de él, no lo denunciaría a las autoridades si le prometía que no se acercaría nunca mas a mi, y que se internaría en una clínica psiquiátrica para atender su problema, y así fue. No supe mas de él desde esa noche. Me costo mucho dejar el dolor atrás y seguir con mi vida, y no porque amara a Jesse, sino porque me había lastimado tanto, de manera física y emocional, que no tenia fuerzas para salir adelante, quería morirme y no sentir ese vacío en el pecho mas nunca.
Porque eso fue lo único que dejo él en mi, un terrible dolor y un vacío en mi pecho, como un especie de veneno que te mata lentamente. Eso era precisamente él... un veneno.
