¿Que carajos hago?
Estoy completamente inmóvil creo que desde hace horas. No puedo moverme.
Leo el mensaje una y otra vez tratando de buscar alguna explicación, pero no hay nada que explicar, todo esta claro, Jesse me lo envió y creo que para mi mala suerte también se encuentra aquí, en esta misma casa. Miro para todos lados desesperada pero no logro ver su rostro en ningún lado.
Salgo de mi trance cuando un grupo de chicos me pasan por al lado haciendo demasiado ruido, me ven como si tuviera algo raro encima preguntándose que hago parada como una estatua con un reguero de cerveza a mis pies. Sacudo mi cabeza y guardo mi teléfono en mi bolso.
Tengo que salir de aquí.
Llego lo mas rápido que puedo a mi auto y subo en él, conduzco al departamento decidida a hacer mis maletas e irme, no se a donde para ser honesta, creo que buscare a mi padre y le pediré ayuda, es la única opción que tengo ahora.
Cruzo la puerta y camino por el pasillo directo a la habitación a preparar mis cosas, estoy a medio camino cuando la luz de la cocina se prende, asustándome. Luke está en la fiesta, lo deje abandonado (otra vez) así que no pudo haber sido él, temblando de miedo camino a pasos lentos a la cocina.
Mis ojos se inundan de lagrimas y mi cuerpo se congela en el sitio sin poder mover ni un solo músculo cuando veo a la persona que está al lado del interruptor de la luz, viéndome con una sonrisa que hace que los pelos se me pongan de punta, y no en el buen sentido.
-Hola muñeca.
Su voz suena suena diferente, o quizás está igual y yo solo la había olvidado por completo. Se me eriza la piel y las lagrimas corren por mis mejillas sin darme cuenta, no puedo hablar, tengo las palabras atoradas en la garganta pero no me salen, estoy aterrada.
-Te extrañe mucho nena, ¿No vas a darme un abrazo?
¡Maldito imbécil!
Te odio, te odio como no tienes idea. - le respondo, pero solo en mi cabeza.
No deja de mirarme con esa sonrisa perversa que lo caracteriza, me tomo unos instantes para recorrer su anatomía, está diferente, me refiero a que su cuerpo está mas grande que antes, con músculos mas definidos, su cabello rubio está mas largo y peinado hacia atrás, está vestido como siempre solía vestir, y su cara ya no muestra bolsas debajo de los ojos como la ultima vez que lo vi, consumir drogas, alcohol y fumar en exceso hizo que su piel se transformara, pero parece que dejo eso atrás, ahora está igual al primer día en que lo vi, simplemente encantador. Si no lo conociera diría que es un chico soñado, de esos que los ves y te hacen temblar las rodillas, pero solo es un enfermo agresivo que lo único que te hará es temblar de miedo.
Respiro profundo y quito las lagrimas de mis mejillas, tengo que ser fuerte y no mostrar debilidad.
-¿Q-Que haces aquí? - trato de ocultar en nerviosismo en mi voz pero él se da cuenta, así que ríe un poco.
Idiota.
-¿Esa es tu forma de saludarme después de tanto tiempo? - pregunta levantando una ceja.
-¿Y que quieres que haga? ¿Que te abrace y te bese de forma apasionada? - escupo irónica.
-Eso suena perfecto nena - dice guiñándome un ojo, sus pies se empiezan a mover acortando la distancia entre nosotros.
Mierda.
¿Que hago?
¿Corro?
