¿Alguna vez haz sentido que ya no puedes mas?
¿Que parece que el mundo está en tu contra?
Bueno así me siento en estos momentos. Pase toda la noche despierta, consumida en mis pensamientos, repase la escena de cuando termine con Luke una y otra vez en mi cabeza, recordando cada palabra, cada lagrima, cada mentira que le dije. Su cara, no me puedo sacar su cara de la mente, la forma en que me miraba, creí que nunca iba a recibir esa mirada de Luke.
¿En verdad me habrá creído lo que le dije?
Esa es la pregunta que está instalada en mi cabeza desde hace horas.
¿Y si no me creyó?
Oh no, él tiene que creerme... es por su bien, todo esto que estoy haciendo es por su bien.
Después de dejar el departamento bañada en lagrimas, subí a mi auto y me dirigí a un hotel, no quería involucrar a mi padre ya que Jesse me amenazo con hacerle daño a él también, así que es mejor dejarlo fuera de todo esto. Al entrar a la habitación y acostarme derrotada en la cama lo que hice fue pensar y pensar, toda la maldita noche repitiéndome a mi misma que soy una idiota, soy la mas grande de las idiotas por haber lastimado al chico que amo, también por ser una cobarde y no hacer nada ante las amenazas y ordenes de Jesse. Trato de buscar algo de consuelo en que él me está obligando, pero aun sabiendo eso no puedo dejar de sentirme mal.
Me doy cuenta que ha amanecido cuando los rayos del sol entran por la ventana y alumbran la habitación, se siente que han pasado mínimo 2 horas y no que ha pasado toda la noche. Estoy cansada, tanto física como mentalmente, me dirijo al baño y me veo en el espejo, y me recuerdo a mi misma así hace mucho tiempo, cuando Jesse todavía estaba en mi vida. Tengo bolsas debajo de los ojos, éstos están rojos debido a que llore la mayor parte del tiempo, todo mi maquillaje está corrido, mi cabello está hecho un desastre, sinceramente parezco sacada de una película de terror. Entro a la habitación de nuevo y agarro mi bolso, saco mi celular y en cuanto lo prendo tengo miles de llamadas perdidas de Ana, mi corazón se encoge al ver llamadas perdidas de Luke, también tengo miles de mensajes de él pero ni me molesto en leerlos, se que llorare si leo alguna palabra suya. El sonido escandaloso me sobresalta, y mis nervios salen a flote cuando veo que es un numero desconocido el que me llama.
-¿Bueno?
-Muñeca.
Esa voz, esa maldita voz.
-¿Estás feliz? Ya tienes lo que querías, destruiste mi vida de nuevo Jesse - digo enojada a través de la linea, en respuesta oigo un suspiro de su parte.
-Se que ahora estás enojada pero ya se te pasara nena, te lo prometo - bufo y ruedo los ojos aunque él no pueda verme.
-Te odio, ¿me oyes? Te odio como no tienes una idea.
Se oye una pequeña carcajada de su parte, cosa que hace enfurecerme mas.
-Recuerda que a las 2 tienes que estar lista, pasare por ti a tu departamento, bueno, a tu antiguo departamento - me dan ganas de llorar al escuchar eso, mi antiguo departamento, se oye tan irreal.
-Ya me fui de ahí, estoy en un hotel.
-¿De verdad? Al parecer no podías esperar para largarte de al lado de ese payaso - dice riendo.
-Cierra la boca - gruño y su risa se detiene de inmediato.
-No me hables así nena, sabes que no me gusta - me advierte pero honestamente me importa una mierda sus palabras.
-No me interesa lo que te guste o no, te mandare la dirección del hotel en un mensaje, terminemos con esto de una vez.
-Me encanta cuando te enojas preciosa.
