La arrebataron lo que más quería en el mundo.
Alessandra Ruso no descansará hasta que todos caigan a sus pies.
Incluyendo toda Italia.
Obra registrada en Safe Creative, prohibido su copia total o parcial.
Entro al despacho, lo primero que ven mis ojos es una figura al fondo del despacho mirando por la ventana, me centro en esa espalda, la escaneo hasta la perfección.
Mira que le he estado estudiando, viendo fotos y videos, pero todo eso no detalla la realidad, este hombre es un dios griego y nadie me lo podía negar. Pero debía tener la mente y otras cosas frías, aunque sería mucho más difícil de lo que pensé.
Después de embobarme con este hombre, mis ojos detallan mi entorno.
Me encontraba en una habitación enorme, la mesa estaba al fondo del todo, dando la espalda al gran ventanal que permitía ver el campo exterior. A mi derecha se encontraba un sillón con una pequeña mesa y a su alrededor estanterías llenas de libros, y a mi izquierda un pequeño cuarto que me daba a mi que ese sería el baño.
Mis ojos vuelven a ir a él, cuando de repente se gira.
—Teniente García, llega 5 minutos tarde. — Según dice eso me quedo flipando, pero si no ha sido culpa mía. Que su secretaria tarde media vida en abrirme una puerta, no es mi problema. Pero tengo que tragarme mi orgullo, no puedo empezar mal.
—Disculpas mi General, me perdí en la entrada.
—Que no vuelva a pasar. Teniente James, veo que ya conoce al nuevo coronel. Encárguese de enseñarla las instalaciones y su nuevo lugar de trabajo. Les espero en media hora en la sala de reuniones para finalizar la misión actual. Pueden retirarse.
—Como usted ordene mi General. Teniente García- se gira a mirarme y extiende su brazo a la salida- después de usted.
Mis piernas comienzan a moverse hacia el pasillo, soy consciente de que Alonzo se ha quedado hablando con él. Seguramente le haya dicho que me tenga vigilada, este tío no se fía de nadie salvo que sean de su círculo cercano. Alonzo sale al rato y me mira con una sonrisa.
—Pues oficialmente, bienvenida a las Fuerzas Armadas Italianas, te enseñaré donde esta tu despacho, ahí dentro tendrás toda la información de tus tareas y los reclutas que están bajo tu mando.
Te cuento, tenemos 4 batallones, como supones, tu y yo lideramos dos, y los otros restantes lo componen los tenientes Davis y Costa. Que los conocerás en la reunión. Vamos ha hacer un pequeño tour hasta tu despacho.
Asiento según me dice eso, en realidad no me hace falta nada conozco todo a la perfección. Me he estudiado cada esquina, cada recoveco de este sitio, como la palma de mi mano. Finalmente llegamos a mi despacho, es justo como lo que me esperaba.
—Muchas gracias por el tour Alzo.
—No hay de que Sofía. Ahora iremos al único sitio que falta, la sala de reuniones.
Salimos de mi despacho y marchamos hacia allí.
—Para que te ubiques un poco en la reunión. El viernes finalizaremos una misión contra la droga, llevamos tiempo intentando acabar con el grupo "los Rosa", una familia que se encarga del tráfico de personas. Hemos estudiado todo, sus movimientos, sus bases, como operan. La reunión de hoy es para rematar el plan final que haremos este viernes, donde atacaremos en uno de sus locales para eliminar la venta de personas.
—Suena muy buen plan, pero la verdad acabo de llegar y no se que puedo aportar en la reunión si no conozco los detalles- Mentira, mentira, tras mentira, los conozco a la perfección. No hemos actuado sobre los Rosa porque es más cómodo que estos imbéciles hagan el trabajo sucio llevándose medallitas, y nosotros los Russo nos llevaremos lo que importa. El dinero.
—La verdad, no se si el General tiene planteado que participes o no en la misión. Pero aun así, te viene bien para conocer al resto del equipo y ver como operamos en estas instalaciones.
Según termina la frase nos adentramos a la sala de reuniones, es norme con una gran pantalla al fondo para que todos vean la información. Alonzo se acerca al resto de tenientes, y yo le acompaño para presentarme.
—Akila, Matias esta es la nueva teniente Sofía García.
—Encantada soy la teniente Davis.
—Yo Matias, bienvenida al equipo.
—Muchas gracias, un gusto conoceros. —de repente se escucha un portazo, me giro y veo al general entrando con cara de estar cabreado.
—Que estamos en el patio del colegio, todo el mundo a sentarse de una puta vez. Quiero acabar con esta misión ya.
Veo a Dante por detrás del General, se hace llamar por Carlo Thompson y es uno de los soldados de él.
Nadie dice nada, y todos nos sentamos corriendo. Me siento al lado de Alonzo, y de Akila. El general empieza a mirarla fijamente.
—Teniente Davis, algún movimiento nuevo o algo alarmante que pueda afectar a la misión
—Negativo mi General, todo sigue como siempre. Los sujetos no han variado su rutina.
—James, cada soldado conoce su posición, su papel y todo lo que tienen que hacer. No quiero fallos.
—Negativo General, todo esta correcto, aunque sigue estando la vacante que hablamos la última vez.
—De eso no se preocupes, yo lo tengo controlado. -Le responde ocultando una sonrisa con su mano—Costa ¿todo esta preparado? La munición, el armamento, la tecnología...
—Todo en orden General.
—Perfecto, todos saben lo que tienen que hacer, pueden retirarse.
Me levanto, dirigiendo mis pasos hacia la salida hasta que oigo mi nombre.
—Teniente García, la quiero en mi despacho en 5 minutos.
—A sus ordenes mi General. —Y según me dice eso me despido de mis compañeros y me voy directa a su despacho.
Esta vez la puerta esta abierta y veo a la secretaria en la mesa trabajando. A los pocos segundos entra el General y va directamente a su despacho, le sigo por detrás cerrando la puerta.
—No quiero perder mucho tiempo en esto. A si que cortaré las formalidades que aquí no hemos venido a jugar con las muñecas. Supongo que ya sabe que soy Iván Castello su general y no estoy aquí a mi pronta edad por tocarme los huevos. Estoy aquí porque no pienso descansar hasta que la mafia desaparezca y porque llevo toda mi vida matando a esos cabrones - Y yo estoy aquí para acabar contigo cabrón- Se dirigirá hacía mi, como General y una cosa en la que destaco es que no cometo errores, ni los permito. Supongo que el teniente James le ha comentado la misión, que ejecutaremos este viernes. Espero que este preparada porque participará en la misión y la quiero al 100% desde ya. Todo lo que necesita saber esta en su despacho.
—Entendido mi General.
—Puede retirarse
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