Es viernes y por fin vamos a actuar, es mi parte favorita. Odio los papeles, las reuniones, necesito acción. Esa adrenalina que fluye en mi, que hace que me olvide de mis problemas. La pelea de ayer, en principio me ayudo hasta que entre en las instalaciones. Esos ojos verdes me persiguen todo el día hasta en mis sueños.
Son las 18:00 de la tarde y me encuentro con Akila, tenemos que estar el club en dos horas, por lo que hay que empezar a prepararse. Entro en el vestuario y veo a un montón de maquilladores, estilistas y peluqueros.
Akila ya se encuentra sentada, su cabello plateado es sustituido por una peluca pelirroja y sus ojos color miel desaparecen por lentillas azules.
Me siento en mi silla y dejo que me preparen. Soy consciente de que al ser stripper mostraré todo mi cuerpo y por esa razón he estado un buen rato tapándome un tatuaje que me pudiese vincular a mi familia.
Son unas rosas y una serpiente que se encuentra en mi cadera derecha y baja un poco por la pierna. ¿Sabéis la razón de esos dos elementos? Las rosas son por Lidia y la serpiente soy yo, un animal escurridizo con veneno para atacar a sus presas. Tengo pendiente un tatuaje en la espalda, pero tendrá que ser cuando este de vacaciones.
Empiezan a recoger mi pelo, cuando se acerca con mi peluca me quedo flipando por el color que han escogido. Tiene las raíces oscuras y en seguida cambia de color a un rosa chicle. Odio ese color, podrían haber escogido cualquier otro, mira que hay colores, pero el rosa no lo soporto. Pero aquí no tengo elección.
Una vez maquillada natural y peinada, me levanto al vestuario que hay al fondo de la habitación.
—Tu debes de ser García, tienes tus cosas sobre la mesa, cámbiate y te pondremos el micrófono. — me dice quien sería el encargado del vestuario
Voy a cambiarme, al ver el conjunto sonrío porque es mi estilo. Me acerco al espejo que se encuentra en el medio y veo que Akila viene por detrás.
—Sofía García me haría lesbiana por ti. Vas a poner cachondo a todo el mundo.
Y se que lo que me está diciendo no es mentira. Me queda bien, miento, me queda de puta madre. Cuatro piezas de lencería plateadas con lazos color carne. Un sujetador que sube y realza mis pechos, un tanga lencero con unas tiras que rodean mis caderas y mis gluteos. Y como no unas botas altas hasta casi la rodilla con plataforma.
Que empiece el juego.
Akila y yo somos las únicas con este papel, el resto están camuflados entre los clientes, algunos han tenido que venir un par de días antes para no levantar sospechas. Nos bajamos de la furgoneta y llegamos a la entrada.
Una vez que nos ven, nos abren la puerta, dos chicas solas, con abrigo y botas altas, solo vienen aquí por algo. El encargado nos muestra el escenario con las dos barras y el vestuario. Ahí nos deja solas, hasta que a los pocos minutos aparece una mujer morena.
—Hola chicas, antes de entrar necesito saber cuál será la canción de su actuación.
—High for This, de The Weekend— dice sonriendo Akila. No he tenido tiempo de verla practicar y la verdad es que yo tampoco he practicado nada, me toca improvisar.
—Y tu sexy— empiezo a pensar canciones y solo una me viene en mente.
—Go Fuck Yourself, de Two Feet.
—Muy buena elección.—su mirada se dirige a Akila—tu vas primero y luego irá rosa. Salís en 5 minutos.
Sale del cuarto cerrando la puerta y dejándonos solas.
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Infiltrada
RomanceLa arrebataron lo que más quería en el mundo. Alessandra Ruso no descansará hasta que todos caigan a sus pies. Incluyendo toda Italia. Obra registrada en Safe Creative, prohibido su copia total o parcial.