Capítulo 1

1.9K 84 4
                                    

"Nathaniel cerró la puerta del aula de delegados dejándolos a los dos a solas.

-Hay algo que necesito decirte, y que no sé cómo hacerlo.

Carrie tragó saliva sin saber qué contestar, el aroma del perfume del Nathaniel no la dejaba pensar con claridad. Él se acercó y la tomó de la mano suavemente. Carrie se olvidó de respirar.

- Siempre has sido una persona muy especial para mí, sólo tú te atreviste a enfrentarte a mi padre, no sé que sería de mí si tú no hubieses aparecido en mi vida. - Los ojos de Carrie se empañaron y abrió la boca pero no consiguió articular palabra. - Carrie, lo he pensado mucho y creo que estoy enamorado de ti, mi cabeza intenta rehuirte, pero mi corazón te sigue a todas partes y aunque haya miles de personas, sólo consigo verte a ti. No puedo más.

Carrie dejó escapar un gemido ahogado y dejó que Nathaniel se aproximara hasta que apenas unos milímetros separaron sus labios.

- Nath... - Ambos se fundieron en un beso dulce y lento, como si tuvieran todo el tiempo del mundo..."

Carrie se despertó de pronto y miró el reloj, ¡era tardísimo! Se vistió y, sin apenas peinarse, corrió escaleras abajo. Abrió el buzón sin prestar atención a su contenido, llegaba tarde a sus clases en la universidad y no tenía tiempo de de mirar la publicidad que día tras día lo abarrotaba.

Tenía 22 años y estudiaba Enfermería en la universidad,  una carrera que siempre había llamado su atencicón dada su vocación a ayudar a los demás ya desde su época como estudiante en el Sweet Amoris.

Abrió el candado de su bicicleta y a toda prisa comenzó a pedalear, tenía examen y no había estudiado demasiado, su vieja amiga la imaginación, volvería a tener que sacarla del apuro. Apretó el paso y zigzagueando entre los coches consiguió llegar al campus.

La clase estaba en silencio cuando ella entró como una tromba, todos levantaron la vista y no pudo evitar sonrojarse.

- Lo siento - Susurró mirando al suelo, y directamente se sentó en el primer hueco que encontró.

                                                                                              /*/*/*/*

- ¡Seguro que no ha ido tan mal, Carrie! Siempre dices lo mismo y al final acabas aprobando. - La animaba Violeta ya en la cafetería de la facultad.

- No lo sé, creo que esta vez he metido la pata hasta el fondo. - Respondió la joven sin mucho entusiasmo. - ¿Cómo han ido tus clases de arte?

- Bueno, aún estoy muy perdida, pero disfruto mucho de ellas. - Comentó la chica dando un sorbo a su bebida.

De repente, estando las dos sumidas en sus pensamientos, el  teléfono de Carrie comenzó a sonar.

- ¡¡¡¡¡¡Carrieeeeee!!!!! ¿Has recibido la carta? ¡Dios mío, estoy tan emocionada que no puedo ni hablar! - Vociferó Rosalya desde el otro lado del teléfono - ¡Dime que puedes venir!

- ¿De qué narices estás hablando, Rosa? - Pregunto Carrie que había separando el teléfono de su cara para evitar quedarse sorda.

- ¡La reunión, boba! ¿No has recibido nada? - Carrie recordó que esa mañana no había prestado atención a lo que metía en su mochila y rápidamente la abrió sacando un montón de papeles arrugados.

- No he tenido tiempo de mirar nada, Rosa, pero ahora mismo la leo, ¿te importa si hablamos más tarde?

- No, claro... ¡pero ve pensando en qué ponerte! - Carrie colgó sacudiendo la cabeza, Rosa nunca iba a cambiar.

Corazón de melón fanfic: Los fantasmas del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora