Capítulo 11

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Habían quedado para cenar todos juntos, habían logrado reunir a un buen número de personas: compañeros de trabajo (excepto Leigh, claro), gente del instituto a la que Rosa seguía viendo e incluso algún familiar. Cenaron todos juntos en el restaurante favorito de la chica. Rosa no paraba de hablar con unos y con otros, iba de un lado para otro y se la veía en su salsa.

Carrie la miraba con cariño, a veces su amiga le ponía de los nervios pero la adoraba; tenía un don para sacarle una sonrisa y jamás le había fallado. La iba a echar muchísimo de menos. Violeta y ella habían pactado no ponerse tristes aquella noche y dedicarse en cuerpo y alma para que Rosa disfrutara de una gran despedida.

La llevaron hasta el pub donde se celebraría el concierto, con los ojos tapados Alexy la llevó hasta el mismo escenario y la dejó ahí dándole un suave beso en la mejilla.

Los componentes del grupo subieron al escenario sin hacer demasiado ruido mientras Rosa se cruzaba de brazos nerviosa. Todos se pusieron en posición y Lysandro tomó el micrófono.

- Rosa, destápate los ojos. - Rosa obedeció y al ver donde estaba se llevó las manos a la boca. - Todos los que estamos hoy aquí te queremos desear lo mejor porque te lo mereces, así que este concierto es para ti, y esta primera canción más que ninguna.

Comenzaron a tocar los primeros acordes de Twist and Shout de los Beatles, la canción favorita de la joven. Rosa se apresuró a bajar del escenario y reunirse con ellas en primera fila, tenía los ojos llorosos de la emoción y abrazó con fuerza a Carrie.

- No me esperaba esto, de verdad. - Tartamudeó - No veía a Lys desde antes de dejarlo con Leigh, me alegro tanto de que no esté enfadado...

En realidad Carrie había tenido que pedirle varias veces a Lysandro el favor antes de que aceptara, pero eso no pensaba decírselo a su amiga, se limitó a corear la canción mientras la abrazaba por los hombros.

En un momento dado, Lysandro les hizo una señal y Alexy, Kentin, Violeta, Iris y Carrie arrastraron a Rosa al escenario para cantar juntos la última canción. Fue un momento muy emotivo, aunque como todos llevaban alguna cerveza de más, también fue algo ridículo. Terminaron tomando a Rosa en brazos y coreando su nombre entre risas.

Cuando terminó el concierto, se quedaron en el bar todos juntos y Carrie vio la oportunidad de hablar con Castiel. Habían mantenido el contacto esa semana, pero Carrie se había alejado tras el mensaje que el chico le había mandado ya que no quería volver a discutir con él, además también temía poder acabar sufriendo si acababa por enamorarse de él. Se acercó a la barra dispuesta a pedirse una copa antes de hablar con el joven, sabía que debería haber dejado de beber hacía un rato pero necesitaba una última que le diera la valentía de enfrentarse a Castiel cara a cara. De pronto, alguien le dio unos toquecitos en la espalda.

- Espero que tu sueño no sea triunfar en el mundo de la canción. - Le dijo Castiel, socarrón. Carrie hizo un mohín.

- No todo el mundo sabe disfrutar de una voz como la mía. - Bromeó ella chasqueando los dedos delante de la cara de Castiel.

- Solo es una observación pero, ¿no te parece un poco contradictorio que me obligues a dejar de beber mientras tú te bebes hasta el agua de las macetas? - Preguntó él con el ceño fruncido mientras señalaba la copa que Carrie acababa de pedir. Ella alzó las cejas y bebió un largo trago.

- No, contradictorio eres tú y tus "hoy casi te beso" y luego tus "aléjate de mi" y tus estúpidos mensajes y tus estúpidas fotos de piernas de mujeres. - Escupió Carrie tan atropelladamente que casi no se le entendió. En otro momento habría querido que la tierra se la tragara viva, pero esa noche había más alcohol que sangre en sus venas. - Y no me amenaces ni me vengas con chorradas porque hoy me da igual.

Corazón de melón fanfic: Los fantasmas del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora