Consejo #2

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No les des amor cuando no lo quieren.

Flashback

— Minariii, ven aquí — extendí mis brazos, quería darle mimos.

Ella sólo volteó a duras penas el rostro, se veía un poco más chinita por recién despertar de su siesta. Me gruñó con suavidad y volvió a hundirse en el mueble.

— Minariii.

— No quiero mimos — se quejó mientras se acomodaba otra vez, quedando boca abajo con el rostro mirando hacia la derecha mientras tapaba sus orejitas.

Solo solté un suspiro y caminé hacia ella, asegurándome de no hacer mucho ruido o me arañaría.

Con cuidado tomé asiento en el brazo del sofá, empezando a dar caricias en su cabeza y carita, despertándola en el proceso.

— Chaeeeng, basta, quiero dormir y no puedo si me tocas — palmeó mis manos con flojera y su colita se comenzó a menear mucho.

Eso solo significa una cosa: si sigo perderé la mano, pero es demasiado tierna cuando duerme, no puedo evitarlo.

Solo seguí acariciando detrás de sus orejas.

— Última advertencia.

Bueno, fue un gusto haberlos conocido.

Y... efectivamente, mi mano termino siendo mordida por mi para nada malvada y muy, muy cariñosa novia.

¿Sí o no que es un amor?

Luego tuve que ponerme una curita y, como siempre, Mina estaba tomando su sexta siesta del día sin preocuparse.

¿Moraleja? Si tu híbrido te dice que no quiere mimos, NO le hagas mimos.

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Cómo cuidar a tu híbrida | MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora